Nando, entrenador del Pontevedra: ''Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos''

Pocas veces un entrenador acepta con tanta naturalidad que su equipo ha de ganar siempre. El Pontevedra ha pasado a ser el gran favorito de Tercera División y su técnico lo asume, sabedor de la exigencia que encontrará en la plaza de Pasarón. Los retos han descrito su carrera profesional. Uno más no le va a intimidar

Garra, carácter, compromiso y ambición son algunos de los valores que Nando quiere inculcar a su equipo. Después de una pretemporada irregular, con resultados ilusionantes combinados con otros decepcionantes, ha llegado el momento de la verdad. Todo lo escrito hasta la fecha sobre el Pontevedra 2013-14 es papel mojado. La realidad empieza el domingo, a partir de las 18.30, en Soutomaior, con el Choco como contrincante.

¿Deseando que llegue ya la hora del primer partido?

Sí. Sobre todo porque se acaban los experimentos. Conoces mejor a los jugadores. Llega el momento de la verdad y cada futbolista debe demostrar el motivo por el que está en este equipo y por qué debe jugar en él. Durante algún momento del mes de pretemporada ha habido sobrecarga de trabajo. Pero se han acabado los encuentros de feria. Ni éramos tan buenos como pensábamos al acabar alguno de esos partidos ni tan malos como hemos demostrado en otros enfrentamientos. Ahora es cuando debe plasmarse que somos un equipo de Tercera División que muchos no van a tener en cuenta. No queremos ser un rival cualquiera de la categoría. Queremos ser un conjunto que marque la diferencia desde el principio, como lo han hecho otros cuadros en temporadas anteriores. Desde un principio debemos manifestar nuestra ambición en el campo y no creer que vamos a ganar los partidos simplemente por llevar este escudo.

¿Qué sensaciones le quedan después de una pretemporada con resultados tan diversos?

Agridulces. Contra los rivales de superior categoría hemos dado la cara. Sabemos que los adversarios estaban más rodados que nosotros y por ello nuestro juego no ha sido tan vistoso como le habría gustado a la afición. Pero hay que pensar que nos hemos enfrentado a futbolistas que se encuentran en un momento más avanzado de la preparación. Incluso a la hora de afrontar los partidos, nos hemos sacrificado en el aspecto defensivo para poder contrarrestar la diferencia existente con un rival de superior nivel. Sin embargo, contra escuadras de categoría más baja, en muchas ocasiones ha parecido que nosotros éramos el rival de inferior rango. La conclusión que extraigo es que debemos ser siempre el mismo equipo, tener siempre la misma actitud y disciplina. Si no tenemos esas virtudes, nos convertimos en un equipo vulnerable como cualquier otro.

¿Teme que esos resultados de la pretemporada, que en principio no son significativos dado el contexto en que se producen, condicionen el entorno del club y la afición?

Eso me preocupa y es algo que le transmito a los futbolistas. En ocasiones el bajo rendimiento es inconsciente, no te das cuenta de los errores. A veces la capacidad física no es la adecuada para el trabajo que desarrollas, te relajas y no das el nivel suficiente. No quiero que ocurra eso durante la temporada. Siempre digo que no debes esperar a ver qué hace el rival, sino que debes ser tú el que marca la pauta desde el principio. Si no lo haces desde el comienzo, llegará un momento en el que, aunque quieras, no podrás. Eso se traduce en la impotencia que se produce cuando te crees mejor que el rival al que te mides, pero no lo demuestras de inicio. El jugador entonces pierde la perspectiva de su función y el equipo se resiente. Quiero evitar eso. Debemos salir siempre con la cabeza muy alta, intentarlo siempre. Luego podremos ganar o perder. Pero cuando salgamos del campo debemos irnos con la conciencia tranquila de que hemos hecho el trabajo que se nos ha encomendado.

Desde el principio ha asumido que el objetivo es el ascenso y que eso pasa por la primera posición en la Liga, por ser un equipo que marque la pauta dentro de Tercera.

Debemos tenerlo en cuenta todos. Hay equipos que tienen unas grandes posibilidades económicas y nos van a hacer frente. El que está en estos momentos en este grupo sabe lo que nos estamos jugando y cuál es nuestro objetivo. Soy ambicioso y lo he sido durante mi carrera como futbolista. Si he venido es porque tengo ese objetivo de hacer un equipo grande que esté entre los mejores. Durante la temporada va a haber momentos buenos pero también difíciles. Por eso quiero tener una plantilla amplia, en el sentido de competitiva. No quiero una plantilla amplia en la que solo pueda utilizar a 13 jugadores. La temporada es larga. Habrá sanciones y lesiones. Y todos los que están aquí deberán demostrar que merecen llevar esta camiseta.

¿Está conforme con la plantilla que tiene?

Me gustaría un punta, un jugador de referencia. Nos vamos a encontrar con campos difíciles en los que los rivales nos crearán muchos problemas. Hay futbolistas que pueden desempeñar esa función mejor que los que están aquí. Pero estoy contento con el colectivo de que dispongo. Si todos están en condiciones físicas, me gustaría que me lo pusiesen difícil. Eso quiere decir que tanto los que juegan como los que no juegan están trabajando bien.

¿Cuáles deben ser las principales virtudes del equipo?

Es importante que se conozcan bien. Y lo que más me preocupa es que entren en la dinámica de lo que les pido. Son futbolistas a los que no se les ha olvidado jugar. Pero hoy en día este deporte no se reduce solo a saber manejar la pelota y tocar en corto. El equipo no puede sufrir cuando no esté en posesión del balón. Para eso, debe ser agresivo cada vez que lo pierda para recuperarlo lo antes posible. El hombre que falle en la entrega debe ser el primero en intentar robar la pelota.

Usted era un lateral con carácter, ¿sus equipos son fiel reflejo de su personalidad?

Puede ser que sí. Pero hay que saber a qué futbolistas les voy a poder exigir esa garra y capacidad de trabajo. Mi intención es que todos los futbolistas tengan algo de mejoría en el aspecto de lucha. Debo ayudar a que cada uno de ellos sean mejores y más fuertes.

¿No cree que toda esta moda del ‘tiki-taka’ o el guardiolismo perjudica los otros estilos de juego, que ha generado un discurso único peligroso?

Hay muchos equipos que dicen que les gusta tener la posesión. Pero si tienes la pelota en tu campo, no profundizas y no tienes llegada y remate, eso no vale para nada. Hay ocasiones en que un conjunto tiene el 70 por ciento de posesión, el otro el 30, y vence el que tiene el 30. Aquí prima la efectividad. Por supuesto, cuanto más tengas el esférico en tu poder, más posibilidades vas a tener de hacer daño al rival. Pero si eres un cuadro que juega en una zona que no es peligrosa, no me interesa. Yo prefiero estar bien protegido en defensa, ser ordenado y utilizar el poco tiempo que tenga la pelota con criterio en las salidas al contraataque para buscar el gol que no tener el esférico y carecer de profundidad.

¿Cuáles son sus ideas para el fútbol de su Pontevedra?

Es complicado desempeñar la presión que pretendo si no disponemos de la capacidad física para desarrollarla. Hay que ir poco a poco. Cuando la pongamos en práctica debemos sacar provecho de ella. El trabajo que voy a pedir es exigente. Pero intentaremos que sea positivo y productivo, que se manifieste en el marcador pronto para poder jugar con más tranquilidad durante el duelo.

¿Cuáles cree que serán los principales rivales de su equipo esta temporada?

Nosotros mismos. Siempre he dicho que cuando estoy en un equipo, deposito mi total confianza en los jugadores y ellos deben ponerla en todo lo que yo intento hacer. Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos. Si ellos son capaces de adaptarse a lo que les pido, tendremos mucho ganado. Cualquier rival de Tercera División te puede causar problemas.

¿Y más en concreto?

Hay equipos que se han reforzado bien y otros a los que la situación económica les favorece. Cualquier adversario es complicado en esta categoría tan igualada, pero han subido el Racing de Ferrol, el Compostela y el Celta B. Muchos nos dan como favoritos. Hay quien dice que prefiere pasar inadvertidos. Pero nosotros no podemos pasar desapercibidos, porque es nuestra realidad. Hay que demostrar ese favoritismo en el campo, y no solo llevando el nombre del Pontevedra. Hay equipos como el Boiro, que se ha reforzado bien, como el Órdenes, que lleva haciendo varias temporadas buenas, aunque su plantilla es corta y eso al final se puede pagar. El Somozas también ha fichado bien. Luego están el Alondras y el Rápido de Bouzas. No quiero descartar a nadie. Creo que todos los equipos tienen muchas cosas positivas. Hay unos favoritos, pero después la competición siempre está abierta a sorpresas.

Tienen un calendario de inicio que a priori parece asequible, con muchos rivales recién ascendidos. ¿No cree que eso puede ser un arma de doble filo?

Nunca se sabe. A ellos puede perjudicarles encontrarse tan pronto con el Pontevedra. Tenemos que jugar contra todos y me parece que ante cualquier rival los tres puntos son igual de importantes. Hay quien prefiere derrotar al Órdenes que al Negreira. Para mí son todos los encuentros igual de válidos. Lo fundamental es que sepamos adaptarnos a lo que nos vamos a encontrar. Jugamos contra seis recién ascendidos en las siete primeras jornadas. Enfrente tendremos a rivales rocosos que nos van a complicar las cosas y que nos las van a poner difíciles. Me da igual enfrentarme a un equipo grande que a uno inferior. Todos van a comenzar fuerte: unos porque se querrán adaptar cuanto antes a la categoría y los otros porque intentarán marcar diferencias para estar entre los mejores.

Hay un aspecto que no les agrada a muchos técnicos de equipos importantes, los campos de la categoría. ¿Cómo lo ve? ¿Pueden ser otro rival a batir?

Ese problema lo van a tener todos nuestros rivales: tanto los que van a estar peleando por el ascenso como los que lucharán por la permanencia. Hoy en día tenemos que adaptarnos. Sabemos que el que está acostumbrado a jugar en césped sintético tiene ventaja sobre el que lo hace en hierba natural. Pero un equipo que quiere ser grande y quiere estar entre los mejores, debe compensar esa circunstancia con su juego.

AFICIÓN

Comienzan el domingo con el desplazamiento más corto de la temporada, contra el Choco en el campo de Soutomaior. ¿Dispone ya de los informes pertinentes del rival?

Tuvimos la suerte, entre comillas, de enfrentarnos al Choco en el triangular de Marín. Sabemos que durante la temporada los adversarios van a variar poco. Conocemos qué hombres tienen, cuáles nos pueden hacer daño y a cuáles les podemos hacer daño nosotros. Eso durante la semana se trabaja y se habla. Antes del partido charlaremos sobre las dificultades que nos puede poner el rival y cuáles son sus debilidades para intentar causarle problemas con nuestro juego ofensivo.

Cambiando al plano humano, ¿cómo se ha encontrado en la ciudad? ¿Cómo lo ha recibido Pontevedra?

Estoy ya donde voy a vivir durante la temporada, en el Hotel Campaniola. Pasaré allí todo el año. Lo que sucede es que con el tema de La Vuelta a España y alguna que otra reserva que estaba realizada, he debido mudarme a otro lugar puntualmente. Pero estoy muy satisfecho. He conocido la ciudad, tanto de día como de noche. Mi familia ha estado aquí acompañándome y también ha podido ver Pontevedra y su zona vieja. Estoy muy ilusionado. Hemos venido a construir un proyecto con ganas y motivación, aunque nos vamos a encontrar en muchos momentos con situaciones complicadas y debemos adaptarnos a lo bueno y a lo malo.

¿Es consciente de que esto es un reto importante para usted?

Desde luego. Soy de los que creen que para que la gente nos ayude, nos anime y esté con el equipo, debemos ser nosotros los que tenemos que engancharlos. ¿Y eso como se consigue? Ganando y demostrando que somos un equipo al que, entre todos los que nos encontramos dentro de él, comprometidos, vamos a llevar adonde se merece, que es como mínimo la Segunda División B.

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