El fiscal pide 336 años de prisión para el clan del narcotraficante O Mulo

El histórico narcotraficante cambadés se halla en prisión desde su arresto, en enero de 2015. El fiscal acusa a 17 personas de tres organizaciones: la gallega, la venezolana y la colombiana
Los miembros de la rama venezolana horas después de ser detenidos y el Coral I (al fondo).
photo_camera Los miembros de la rama venezolana horas después de ser detenidos y el Coral I (al fondo).

Rafael Bugallo Piñeiro, O Mulo, tendrá difícil salir de prisión el resto de su vida. El histórico narcotraficante cambadés recibió este verano el segundo golpe consecutivo de manos de la Fiscalía Antidroga de Pontevedra: una acusación, que dimana de su último intento de introducción de cocaína en las Rías Baixas, que le expone a una posible condena de 24 años de cárcel. O Mulo, que se halla en prisión desde su detención por estos hechos (que ocurrieron en enero de 2015), deberá afrontar en breve plazo otro juicio por otros muy similares, en el que será acusado de un alijo de 3.627 kilos que se perdió en el mar en el año 2008. Entre ambos, el narco de Corvillón tiene ante sí un panorama nada alentador: dos solicitudes de prisión que suman 41 años y que, de no mediar un acuerdo previo con la Fiscalía, le convertirán en el traficante gallego con una estancia más larga entre rejas, superando incluso a Sito Miñanco y a Laureano Oubiña.

El Ministerio Público solicitará a la Audiencia Provincial de Pontevedra condenas que suman 336 años de cárcel

El caso más reciente procede de una laboriosa investigación del Greco Galicia, que cristalizó con la interceptación de un pesquero, el Coral I, con más de 1.200 kilos de cocaína de extrema pureza (un 88 por ciento), y la detención de los miembros de tres organizaciones criminales que se habían puesto de acuerdo para llevar a cabo el narcotransporte: la gallega, liderada por el citado Bugallo Piñeiro, la colombiana, dirigida por Jorge Iván Salazar Castaño, y la venezolana, cuyo máximo exponente era, según la Fiscalía, J.J.G.G. Junto a los arrestos de estos individuos (18 en total), los investigadores de la Comisaría de Pontevedra dieron con una nave industrial ubicada en Cabana de Bergantiños (A Coruña) que, supuestamente, era el centro de operaciones de la banda de O Mulo y el lugar en el que preparaba las embarcaciones para la introducción de la mercancía en las costas gallegas.

EN EL CASTROVE. En los últimos días de diciembre de 2014, los miembros del grupo venezolano ya se hallaban en altamar, a bordo del Coral I, con la droga. Los representantes del Clan de Los Urabeños en España (que habían establecido una ‘oficina’ en Vilagarcía), se desplazaron "en varias ocasiones" al monte Castrove desde A Armenteira para establecer conexión por radio con la embarcación. El día 29 se reunieron en la citada nave coruñesa con O Mulo y con P.M.B.G., presunto miembro de la rama gallega, "con la finalidad de mostrar a los sudamericanos la embarcación de la que disponían para la ejecución del plan acordado", que no era otro que el transbordo de la cocaína en altamar al citado barco, una planeadora de 20 metros de eslora ‘disfrazada’ de pesquero, con aparejos ficticios y pintada de blanco y azul.

Tras conocer las coordenadas acordadas para el encuentro de ambos barcos, la Policía Nacional inició el operativo que incluyó el abordaje del Coral I, la incautación de la cocaína y la detención de los 18 presuntos narcos.

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