El río Lérez se seca y O Pontillón se convierte en el único recurso para el abastecimiento comarcal

El caudal del río baja hasta los 1,69 metros cúbicos por segundo, insuficientes para abastecer a Pontevedra, Poio, Vilaboa, Sanxenxo y el polígono de A Reigosa ►Si no llueve en una semana comenzarán las restricciones en la capital ►La Boa Vila dispone a día de hoy de un 400 por ciento menos de agua de la que es habitual en esta época del año
Zona de la cascada de Monte Porreiro, donde habitualmente el agua baja en tromba y que este lunes se podía atravesar sin mojarse
photo_camera Zona de la cascada de Monte Porreiro, donde habitualmente el agua baja en tromba y que este lunes se podía atravesar sin mojarse

El 20 de octubre es la fecha estimada por los especialistas para que, en las condiciones actuales, el Lérez quede inutilizado por completo como fuente de abastecimiento de agua para Pontevedra, Poio, Sanxenxo, Marín, Vilaboa y el polígono de A Reigosa. A partir de ese día (una fecha que podría incluso anticiparse si persiste la actual situación meteorológica), la presa de O Pontillón será la única fuente de la que beberán los habitantes de la Boa Vila y sus concellos limítrofes. El caudal mínimo del río en la estación de bombeo de Monte Porreiro descendió este lunes hasta los 1,69 metros cúbicos por segundo, un nivel insuficiente para abastecer a los citados enclaves. Ello obligó al Concello de Pontevedra a echar mano de la reserva de emergencia, el citado embalse de Verducido, que ya aporta un porcentaje próximo al 50 por ciento del agua que se consume en la comarca.

El Concello anunció este lunes que extremará la vigilancia del estado de sus reservas a causa de la sequía. Así lo anunció el portavoz municipal y concejal del Ciclo da Auga, Raimundo González Carballo, que apuntó que "ó baixar dos dous metros, as bombas xa non funcionan ben por falta de presión. Cústalles máis absorber a auga do río". Los niveles actuales provocan que el Lérez solo pueda aportar el 50 o el 60 por ciento del agua necesaria para el consumo de particulares y empresas.

Esta bajada "substancial do caudal" obligó a abrir el embalse (desde el sábado) por segunda vez este año, ya que el pasado invierno ya se utilizó, según el Gobierno local.

O Pontillón tiene reservas para garantizar el suministro a Pontevedra y los concellos de la comarca durante 40 días, según la más reciente previsión de Viaqua, si bien la presa se vaciará muy rápido si se da el caso de que tiene que aportar el 100 por cien del agua necesaria para el suministro.

"La estación de bombeo ya no puede suministrar la cantidad de agua necesaria para abastecer a todos los municipios"

El edil de Ciclo da Auga confirmó que si persiste la situación actual, el Concello tendrá que "tomar medidas", lo que incluiría, en primer lugar, priorizar el consumo doméstico sobre el industrial, de modo que la factoría Ence (cuyo consumo, según los datos de 2011, es superior al de todos los demás usuarios de la comarca juntos) tendría que reducir su actividad.

En todo caso, González Carballo indicó que "o subministro está garantido", al tiempo que instó a todos los ciudadanos a "facer un uso racional da auga".

la opinión del experto. Casimiro González Fernández, técnico de Viaqua, explicó a este periódico que "para el funcionamiento del total de capacidad de la estación de Monte Porreiro, este caudal se ha de situar por encima de los dos metros cúbicos por segundo. Por debajo de este caudal, la estación no puede suministrar el cien por cien del caudal necesario para abastecer las poblaciones de Pontevedra, Poio, Sanxenxo, Marín, Bueu y Ponte Caldelas (polígono industrial de A Reigosa).

González Fernández añade que "según va descendiendo el caudal del río la cantidad bombeada se va haciendo menor. Al bajar el caudal de un metro cúbico por segundo ya no es posible la utilización de la estación y es necesario suministrase tan solo desde O Pontillón de Castro".

En cuanto a las primeras restricciones (en el caso de que se produzcan), afectarían a los riegos ornamentales, a los baldeos y a las empresas que utilizan grandes cantidades de agua para su actividad industrial. Entre ellas sobresale Ence, que en 2011 captaba en Bora (tres kilómetros río arriba de la estación de bombeo) unos 38.000 metros cúbicos por segundo.

El último episodio de sequía similar al actual se dio precisamente a finales de verano y principios de otoño de 2011, cuando la Xunta de Galicia estuvo a punto de obligar a Ence a detener su actividad. Finalmente apareció la lluvia y todo volvió a la normalidad.

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