Orozco abre la veda de los imputados

El paso al frente del alcalde de Lugo es el pistoletazo de salida para los varios políticos gallegos que irán a las urnas pendientes de los juzgados, lo que contribuye a consolidar a Podemos.

Se cumple un año de la muerte de Asunta, cuyo terrible asesinato presuntamente a manos de sus padres derivó en un ejemplo del pernicioso contagio de las prácticas de la televisión basura a la considerada prensa seria.  En este caso, instruido por el más mediático de los jueces gallegos, intervino la colaboración inestimable de la Guardia Civil, que difundió como una hipótesis de la investigación el rumor callejero de que Rosario Porto también habría tenido que ver en la muerte de sus padres y que la clave del asesinato residía en que la niña era la supuesta heredera de los abuelos, algo que desmintió después el testamento y sin que en el sumario haya rastro alguno de esta teoría que tanto alimentó el delirio televisivo de gran audiencia.

Obsesionado con Pablo Iglesias, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, dio esta semana un paso más en la legitimación de este tipo de televisión, con su estrambótica llamada en directo al presentador de Sálvame. La inexperiencia y la falta de paciencia ya le había llevado el fin de semana anterior a lanzar un ataque directo a Podemos, con lo que contribuye todavía más a popularizar a este partido con el que el PP ha establecido una confrontación directa para, como hizo Fraga en Galicia con el BNG de Beiras entre 1989 y 1993, laminar al PSOE e intentar fidelizar a su electorado, señalando a Pablo Iglesias como el hombre del saco que era el PCE de Carrillo para la propaganda franquista.

Para combatir a Podemos a Sánchez le vendría mucho mejor evitar paseos como el que dio en agosto en Santiago en una comitiva en la que estaba Bernardino Rama, conocido como el Padrino en la operación Pokémon. También le convendría impulsar la asunción de las responsabilidades políticas en su partido por los escándalos de corrupción, como las que tiene Orozco por la sistemática percepción de comisiones ilegales que confesó Fernández Liñares, el corrupto más enxebre, el que cobraba con cabritos, ecualiptos y desbroce de fincas.

El anuncio de Orzco de presentarse a la relección pese a estar implicado en la operación Pokémon abre la veda para los imputados. No hay una relación de causa efecto porque varios de ellos ya lo habían decidido, pero es el pistoletazo de salida para este movimiento, producto de la inercia viciada de los partidos, y que contribuye a alimentar a Podemos.

En el PP se da por segura la presentación pese a estar imputado del alcalde de Fisterra y probablemente también del de Mazaricos. Aunque estaban en libertad bajo fianza por la operación Orquesta, ambos obtuvieron la mayoría absoluta en el 2011. No es que la corrupción no tuviera ningún coste para ellos, pues neutralizó la subida que habrían tenido en un contexto de gran alza del PP en la provincia de A Coruña, pero no impidió su reelección.

Si el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, no logra que le levanten la imputación por un asunto privado de unos bajos en Vigo, se presentará de todos modos, como sucede con el alcalde de Ferrol, Rey Varela, quien sostiene que la jueza Pilar de Lara lo confunde con otra persona. También se prepara para ir a las urnas con el lastre de Pokemón el alcalde de O Carballiño y podría hacerlo, en la misma situación procesal, el de Arzúa, del BNG. En el PSOE hay otros ejemplos más que previsibles, como los de O Barco y Viveiro. En cambio, en Ourense ha tirado la toalla el muy debilitado Agustín Fernández.

La siguiente fase será la de los concejales, con los casos destacados del popular Flores en A Coruña y el socialista Rivas en Vigo. Este último está también pendiente de esa bomba de relojería para las municipales en el sur de Galicia que es la operación Patos.

La salida de Caamaño, la mejor solución para el PSOE coruñés
La estructura provincial creada a partir del 2009 sigue desangrando al PSOE. En Ourense la dirección provincial no se privó de presumir de que recogía firmas para convocar primarias en la ciudad y tumbar al alcalde. En A Coruña el conflicto con Caamaño puso en cuestión la autoridad de Besteiro. Pero la retirada incruenta de Caamaño anunciada el fin de semana es la mejor solución si se aplica ya.

Miguel Tellado, en la silla eléctrica de Prado y Miranda

En la dirección gallega del Partido Popular hay una silla eléctrica, la del portavoz del partido, el cargo que Núñez Feijóo y su ahora vicepresidente, Alfonso Rueda, crearon en el 2009 a cambio de que el segundo se pudiese incorporar a la Xunta como conselleiro de Presidencia, lo que suponía que dejase de ejercer parte de las funciones que había asumido en el 2006, cuando los populares estaban en la oposición.

Como secretario general del PP gallego Rueda fue entre el 2006 y el 2009 la punta de lanza de la dura ofensiva que condujo a los populares de nuevo al poder. La conveniencia de que asumiese un papel más institucional en la Xunta y la menor disponibilidad de tiempo desembocaron en la creación de un nuevo cargo, el de portavoz del partido.

Feijóo y Rueda acertaron en el congreso del PP gallego en el 2009 con el perfil de la  persona a la que encomendaron la tarea de transmitir el mensaje del PP gallego, que en realidad es un ataque constante y sin tregua a sus rivales. El elegido fue el diputado Antonio Rodríguez Miranda, concejal en Allariz, que daba la imagen de un PP rural moderno.

Con su cooptación le metieron un gol a la familia Baltar, como se vio en el convulso congreso de la sucesión dinástica en el PP de Ourense del 2010, cuando Miranda se alineó en el bando de Feijóo.

Miranda acabó siendo víctima de la máxima exigencia que el PP practica con sus rivales y que siempre cuesta aplicar en el campo propio. Cuando estalló el escándalo de la dietas del Parlamento, Miranda estuvo entre los implicados porque, como otros, cobraba por los kilómetros sin viajar en su coche, pues iba en el de Baltar II, quien aprovechó para vengarse al confirmar los hechos. El diputado alaricano quedó debilitado y en el siguiente congreso, el del 2013, fue sustituido por Paula Prado, mientras asumía el cargo de secretario xeral de Emigración.

Con Prado, Feijóo y Rueda sí se equivocaron de raíz, pues esa misma semana fue imputado por Pókemon el entonces alcalde de Santiago, Ángel Currás, lo que demostraba que el legado de Conde Roa en el ayuntamiento compostelano era radioactivo. La contaminación alcanzó a Prado, que fue portavoz del gobierno local de Santiago.

Por error, la semana pasada escribí en esta página que Prado está imputada. No lo está. Se encuentra en vías de imputación por varios delitos de presunta corrupción ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Sigue de diputada pero su situación le obligó a dimitir de su cargo en el partido en junio. Como sustituto Feijóo ha buscado a su versión masculina y ferrolana,  la del también diputado autonómico Miguel Tellado, que, como Prado, forma parte del grupo de parlamentarios más aguerridos, más próximos al vicepresidente Rueda que al portavoz Pedro Puy.

El nombramiento de Tellado responde a la apuesta por un diputado con el perfil adecuado para ejercer de martillo de herejes. Tiene la ventaja de que ocupó cargos técnicos, como jefe de prensa y jefe de gabinete, en los que resulta más difícil que le aparezca algún pecado previo como les ocurrió a sus antecesores. ¿Cuánto durará?

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