Oubiña ingresa en la prisión de Alcalá-Meco

PONTEVEDRA/MADRID. El conocido narcotraficante gallego Laureano Oubiña ha ingresado en la prisión de Alcalá-Meco después de que la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ordenase su "inmediato" encarcelamiento para el cumplimiento de una condena de 4 años y 7 meses de cárcel.

Fuentes del caso han informado a Efe de que Oubiña acudió ayer por la tarde de forma voluntaria al centro penitenciario poco después de que el tribunal adoptara esta decisión para cumplir la condena que fue impuesta por un delito de blanqueo, que confirmó el pasado mes de octubre el Tribunal Supremo.

La sección cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, a la que correspondía ejecutar esta sentencia, desestimó ayer en un auto la petición que hizo su defensa el pasado 10 de octubre de que se suspendiera el ingreso en prisión, alegando una "enfermedad incurable".

En el auto, los magistrados explicaban que los informes médicos que se le han hecho refieren que no existe inconveniente para que Oubiña siga tratamiento en un centro penitenciario, por lo que acordaron su ingreso en la cárcel y advierten de que para que se haga efectivo librarán "si fuera necesario" las oportunas órdenes de busca y captura.

Oubiña se encontraba en libertad desde que salió de la cárcel madrileña de Navalcarnero en julio de 2012 tras haber cumplido varias sentencias por narcotráfico, penas que cayeron sobre él en 1990.

Al día siguiente de su salida de la cárcel, el narcotraficante, de 69 años, tuvo que volver a la Audiencia Nacional para enfrentarse al juicio por blanqueo que terminó en una condena a 4 años y 7 meses cárcel y multa de 2.226.100 euros.

Tras conocer la sentencia condenatoria y para tratar de impedir el reingreso en prisión, su abogado aportó informes médicos del Servicio Gallego de Salud y del Hospital Do Salnés, en los que se hacía referencia a que estaba a la espera de la práctica de una resonancia magnética.

La sentencia por la que ahora Oubiña ha vuelto a la cárcel consideró probado que planeó junto a su esposa Esther Lago, fallecida en 2001, "la forma de aflorar y dar apariencia legal a los fondos procedentes de las operaciones de narcotráfico que se encontraban a su disposición en el Banco Popular de Melilla".

Para ello compraron una parcela en Sanxenxo y otras en Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) de modo que, tras su adquisición por parte de las mercantiles del matrimonio, pudieran construir en ellas viviendas familiares.

La Audiencia Nacional también condenó en el mismo procedimiento, por auxiliar en el blanqueo a Oubiña y su mujer, a Emilia Cano Carmona (sobre quien cayó una pena de 3 años y 3 meses de prisión y multa de 53.970 euros).

Al desestimar el recurso contra esa condena, el Supremo rechazó los principales argumentos de la defensa de Oubiña, que alegó que había sido juzgado dos veces por los mismos hechos y que no había quedado acreditado el origen ilegítimo de su dinero.

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