"Beto consiguió marcar una época"
Paco Presas, entrenador del Rías Baixas FS
Paco Presas dirigió al equipo en su época más gloriosa. Durante más de dos décadas en los banquillos, entrenó a decenas de jugadores, pero hay uno del que guarda un recuerdo muy especial: Beto.
"Era un chaval extraordinario, un jugador maravilloso y mejor persona. Se me ponen los pelos de punta pensando en él", asegura el técnico, que recuerda que hoy es un día muy triste "para la ciudad, el fútbol sala de Pontevedra y el de toda Galicia".
"Este último verano, viendo su gravedad, decidió marcharse a Brasil a conocer a su hijo, que aún no lo conocía"
El carioca formó una dupla de oro con el también brasileño Carlinhos. "Eran la mejor pareja de extranjeros que he tenido en mi carrera", indica Presas, con toda seguridad.
Su paso por el Rías Baixas no dejó indiferente a nadie, todo lo contrario. "Beto consiguió marcar una época junto a Carlinhos. Como deportistas fueron de lo mejor que he entrenado", destaca. Presas cree que el brasileño se adaptó "genial" y que no tardó en "encariñarse" con el equipo, los jugadores y el cuerpo técnico.
No obstante, Beto se vio obligado a dejar el equipo en 1996, en busca de nuevas oportunidades: "Si al final se marchó fue porque aquí el fútbol sala apenas tenía futuro, había que buscarse la vida fuera", afirma el míster.
Con todo, el jugador "siempre siguió vinculado a la provincia", viviendo entre Pontevedra y A Estrada durante varios años. "Este último verano, viendo su gravedad, decidió marcharse a Brasil a conocer a su hijo, que aún no lo conocía", aseveró.
La noticia no cogió por sorpresa al entrenador, que lamenta la pérdida de un hito de este deporte. "Todos sabíamos lo que había, llevaba mucho tiempo sufriendo y ya lo estábamos esperando", lamentó.
"Éramos más que un equipo; una familia"
Carlinhos, jugador del Rías Baixas FS
Una de las personas que mejor recuerda al histórico jugador brasileño es su amigo y compatriota Carlinhos. El deportista llegó a Pontevedra de la mano de Beto, prácticamente de rebote.
"Yo no pensaba en jugar aquí, yo jugaba en Brasil y era feliz. Un día estaba en Madrid y me dijo 'ven a Pontevedra', y fui, pero para verlo a él. En la mochila llevaba unas zapatillas; me convenció para jugar un partido amistoso, una cosa llevó a la otra y al final me quedé en el Rías Baixas", explica el futbolista carioca.
Bajo su punto de vista, "Beto cambió la historia del fútbol sala pontevedrés y gallego". Además, fue quien "enseñó a la gente a jugar un fútbol sala distinto del que se practicaba en Galicia en aquel momento. Si hoy tenemos este deporte tan desarrollado como está, se debe mucho a él".
"En la mochila llevaba unas zapatillas; me convenció para jugar un partido amistoso, una cosa llevó a la otra y al final me quedé en el Rías Baixas"
Asimismo, lo considera "pionero" en el éxito del club, el que "plantó una semilla" que terminaría germinando y dando sus frutos. "Fue el que llegó a la élite y pudo disfrutar de ello", añade.
No obstante, el gran valor que destaca por encima de sus cualidades deportivas es su condición humana: "Éramos mucho más que un equipo, una familia. Beto para mí era un hermano", explica, destacando que aquella generación de prodigios del Rías Baixas escribió "una bonita historia".
Tanto Beto como el propio Carlinhos recibieron numerosas ofertas para jugar en diferentes equipos, pero ambos las declinaron para seguir en el club de Isidro Otero. "Algo nos llevaba a quedarnos. La gente, el club, la ciudad... De hecho, hoy vivo aquí", afirma.
Ambos pudieron reencontrarse sobre la pista a finales de 2015, cuando disputaron un encuentro de 'viejas glorias': "Fue increíble volver a jugar con él, vivir esos momentos de nuevo", asegura.
"Era el mejor con mucha diferencia"
Pedro Iglesias, jugador del Rías Baixas FS
También formaba parte de aquel equipo que alcanzó la cima Pedro Iglesias, componente de una generación de oro que ayudó al presidente Isidro Otero a cumplir su sueño de jugar en la máxima categoría del fútbol sala español.
Iglesias recuerda que la llegada de Beto supuso todo un hito para un club humilde como el Rías Baixas FS, ya que este exótico jugador se convertía en el primer fichaje extranjero que hacía la directiva del club.
"Isidro tenía un objetivo muy claro, que era llegar a Primera División. Para ello, se reforzó lo mejor que pudo dentro de sus posibilidades", asegura.
El presidente del equipo de la ciudad del Lérez, no contento con incorporar a los mejores jugadores de la zona, quería fichar además a alguien que marcase las diferencias y, por lo tanto, buscó en la cuna de este deporte: Brasil.
"Luego vinieron otros jugadores aquí, pero principalmente él y Carlinhos fueron la gran referencia del Rías Baixas"
En ese incesante afán por poner la guinda a su proyecto se cruzó en el camino de Beto, quien terminaría defendiendo la camiseta del Rías Baixas durante cinco campañas, ayudando a llevar al club a su techo histórico en la que fue, sin lugar a dudas, la época dorada del fútbol sala pontevedrés.
Para Iglesias, el futbolista carioca era "el mejor con mucha diferencia", tanto a nivel deportivo, dadas sus cualidades innatas con el balón, como por su calidad humana. "Luego vinieron otros jugadores aquí, pero principalmente él y Carlinhos fueron la gran referencia del Rías Baixas", indica el exjugador.
"Yo creo que Beto se integró en la ciudad perfectamente. No sólo en el equipo, sino en la ciudad, con toda su gente. Fue realmente feliz aquí y eso ayudó a él y a todos a que el equipo diese el máximo nivel", asegura, agradecido, Pedro Iglesias, que recuerda con mucho cariño a su antiguo compañero de club.
