No es necesario un informe que justifique la necesidad de derribar el pabellón polideportivo del colegio público de Rubiáns (Vilagarcía), porque fue construido sin proyecto por los padres de los alumnos hace más de dos décadas. El agua cae a chorros, la instalación eléctrica está deteriorada y no tiene servicios.
Estas conclusiones figuran en un documento realizado, hace más de un año, por un perito a petición de la Asociación de Nais e Pais de Alumnos (ANPA), por el que tuvo que pagar 800 euros al negarse a elaborarlo el Concello.
A pesar de que conoce la situación, el Gobierno local está a punto de finalizar su mandato sin haber avanzado un milímetro en las gestiones para dotar al centro de un recinto destinado a las clases de Educación Física, subraya el ANPA, que acusa al alcalde, Tomás Fole, de "no querer mover ficha" amparándose en que espera firmar un convenio con la Consellería de Educación para hacer frente a la inversión, cuyo paso previo es un informe técnico cuya elaboración dijo que estaría finalizada en abril del año 2014 y del que nada saben los padres.
La ANPA mantiene que el alcalde no tiene la menor intención de darle solución, y expone que la mejor prueba es que este colegio no figura en el convenio firmado recientemente con la Deputación, en se incluyen obras en otras instalaciones educativas, y agrega que en una reunión mantenida recientemente son el presidente de la Deputación, Rafael Louzán, este les dijo "que se deixe de gaitas" refiriéndose a la exigencia de Fole de contar con un informe técnico que no considera necesario porque entiende que es preciso derribar el pabellón actual.
"Si imperase el sentido común, Fole buscaría diez minutos para una reunión con la ANPA", aseguran los padres.
Los padres del colegio de Rubiáns acusan a Fole de marginarlos
La directiva de la ANPA afirma que Louzán coincide con ellos en que es necesario derribar el pabellón y construir uno nuevo
