Eran las once y media de la mañana cuando miles de personas hacían cola en el curro nuevo de sabucedo para disfrutar del segundo curro de la Rapa das Bestas, pero sólo unas 1.500 fueron las afortunadas de gozar de esta lucha ancestral. Y es que el sábado por la mañana ya se habían agotado las entradas.
Las más de 200 'bestas' empezaron a llegar poco a poco a través de un pasillo hecho por las cientos de personas que contemplaban desde fuera el galopar de los caballos.
Mientras entraban en el curro, algunos se refugiaban de la lluvia bajo sus paraguas. Pero el mal tiempo duró poco y escampó nada más salir los 'aloitadores' a la pista. Así, el ambiente se empezó a caldear con la actuación de Mónica de Nut. Y tras una ola del público, los jóvenes 'aloitadores' aprendices salieron a la caza de los 'bichiños' o potros, para separarlos de las 'bestas'.
Entre tanto, los 'garañóns', que se encontraron frente a frente en el curro, hacían ademanes de enzarzarce en una pelea. La espectacular belleza de los caballos salvajes junto a ese olor a naturaleza, envolvieron el ambiente del que los vecinos de Sabucedo llevan disfrutando más de 450 años.
Este año, entre los caballos salvajes estaba la manada de Pranzadeira, que no tuvieron contacto con el ser humano en diez años
"Pechade os ollos e cheirade. Impregnádevos desta tradición milenaria, vivídeo", decía el comentarista.
Los 'aloitadores', con más energía que nunca, salieron a por todas. Y no defraudaron. Quizá los animales estaban un tanto más bravos, ya que no contaron con el sol abrasador del primer curro de la Rapa. Además, este año por primera vez, entre los caballos reunidos, se encuentraba la manada de Pranzadeira, "que nunca os daban collido", apuntó el comentarista. Pero este año sí. Y llevan nada menos que diez años sin estar en contacto con ningún ser humano, por lo que están más 'asalvajados'.
Pero si algo caracteriza a los 'aloitadores' es su valentía y su ausencia de miedo. Por lo que, más salvajes o no, se abalanzaron sobre ellos para cortarles las crines y desparasitarlos. Una lucha ancestral de los humanos contra unos animales que los triplican en peso y fuerza. Los más veteranos optaban por agarrarlos por el rabo, mientras que los más jóvenes saltaban sobre ellos. Entre dos 'aloitadores' agarraban al caballo por la cabeza, y otro más por la cola. Unos los tiraban al suelo y otros los saneaban de pie. Cada uno con su estilo. "O cabalo sinte o latexo do corazón de 'aloitador' e cálmase", contaba el comentarista, cuando uno de los 'aloitadores' estaba sobre a la 'besta' inmobilizada.
Hubo golpes y caídas, pero el compañerismo rezumbaba por todo el curro: gestos de cariño y abrazos para dar ánimos a los compañeros, inmersos en una lucha milenaria. Al acabar de sanearlos los caballos recibieron una palmada de los aloitadores en señal de respeto.
Este lunes se celebrará el tercer y último curro de la Rapa das Bestas de Sabucedo 2017, que será solidario. Los asistentes donarán cinco euros a Fundación Amigos de Galicia, que irán para las familas necesitadas de A Estrada, Forcarei, Cerdedo-Cotobade, Vila de Cruces, Cuntis y Teo.
