Pedaleando desde Sanxenxo hasta Santa Pola

Rodrigo García, un alicantino que veranea habitualmente en Sanxenxo, aspira a cubrir en bicicleta los más de 1.100 kilómetros que separan la villa turística de su localidad natal
El joven partirá hoy de Raxó y confía en completar la distancia en menos de 60 horas
photo_camera El joven partirá hoy de Raxó y confía en completar la distancia en menos de 60 horas

Realizar un viaje de más de 1.100 kilómetros puede echar atrás a mucha gente. Sin embargo, ese no es el caso de Rodrigo García, un vecino de Alicante que se ha propuesto no parar de pedalear hasta que logre cubrir la distancia que separa Sanxenxo, su villa predilecta para veranear, de su Santa Pola natal. Con la única compañía de su bicicleta, el joven, de 30 años de edad, partirá en la mañana de hoy de Raxó, donde se encuentra la vivienda de unos amigos con los que se hospeda desde hace unos días, y confía en completar la aventura "en 60 horas como mucho".

No es la primera vez que el protagonista de esta historia se atreve a pegarse semejante ‘atracón’ de asfalto. "El año pasado hice la ruta Alicante-Madrid-Alicante, que son 857 kilómetros. Tardé unas 50 horas, de las cuales me pasé pedaleando unas 34 aproximadamente", rememora. Sus hazañas pueden verse en su perfil de Facebook, 'Rodrigo García Retos Non Stop Santa Pola'. No es extraño que el joven haga breves paradas para tomar fotografías e inmortalizar parte de sus travesías. Sin embargo, en esta ocasión pretende alcanzar su particular línea de meta sin echar pie a tierra en ningún momento.

"Empecé a hacer este tipo de desplazamientos porque quería probar cosas diferentes", cuenta el joven alicantino

Lo que mucha gente podría ver como una locura, Rodrigo lo define como una manera original de disfrutar practicando uno de sus deportes favoritos. "Empecé a hacer estos desplazamientos porque quería probar cosas diferentes. Eso de salir de casa, cubrir unos cuantos kilómetros y volver ya está muy visto", bromea. García es consciente de la dureza del trazado, pero, curiosamente, lo que más le preocupa no es la distancia. Su principal enemigo será el cansancio, sobre todo porque viajará solo. "Lo peor es hacer frente al sueño y a la soledad. Se hace más duro cuando el cuerpo te pide dormir", reconoce.


SIN PERCANCES. Hasta ahora, el alicantino nunca ha sufrido ningún percance serio. "Me tocó parar en alguna ocasión por culpa de una avería, pero nada serio. A veces te llevas un susto cuando un coche pasa demasiado cerca, especialmente por las noches, pero nunca me ha ocurrido nada", recalca.

La decisión de elegir Sanxenxo para iniciar esta aventura se debe a varias razones. "Quería empezar desde uno de los puntos más alejados para cubrir la mayor cantidad de kilómetros posible", indica. Además, el hecho de que la villa de O Salnés sea uno de sus lugares preferidos para descansar en verano también ha tenido mucho que ver. "Vengo siempre que puedo, como mínimo una vez al año. Tengo amigos en Vilalonga y esta zona me encanta". Cuando se le pregunta sobre qué es lo que más le atrae de las Rías Baixas, el joven de Santa Pola lo tiene muy claro. "Alucino con las mareas. Es increíble cómo cambia el paisaje en función de cómo esté el mar. En el Mediterráneo eso no ocurre. Cuando estoy en el Puerto Deportivo de Sanxenxo me puedo pasar muchas horas viendo ese espectáculo. Es algo que a mis amigos les llama mucho la atención", cuenta, entre risas.

El protagonista de esta historia dio sus primeras pedaladas cuando tenía 17 años. "En aquella época me gustaba mucho andar en bicicleta y practiqué ese deporte durante algún tiempo, pero luego lo dejé. Volví a empezar hace relativamente poco", señala.

Si consigue completar su reto, Rodrigo García tiene claro que, después de descansar y retomar su trabajo en su tienda de bicicletas, volverá a Sanxenxo a disfrutar de sus vacaciones de verano.


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