Los pequineses ya saben qué deben y no deben hacer durante los Juegos Olímpicos de 2008 gracias a los "diez mandamientos" que el ayuntamiento ha redactado y colgado en cada esquina de la ciudad. Cada uno de las diez directrices implica un deber y una prohibición y vienen a recoger los consejos que con tanta insistencia ha venido desarrollando Pekín en los últimos años.
Pekín lleva ya más de dos años lanzando todo tipo de campañas en un intento de erradicar algunas costumbres ancestrales de su ciudadanía, que no son bien vistas por muchos occidentales, con el objetivo de lograr ofrecer la mejor imagen de su ciudad durante los Juegos de 2008.
Así las cosas, la primera directriz llama a los pequineses a proteger la propiedad intelectual de la mercadotecnia olímpica y recuerda que está prohibido comprar y vender productos olímpicos piratas. La segunda, exige la observancia del reglamento sobre la protección de símbolos olímpicos y explica que no se debe abusar del uso de elementos como la bandera, el himno o los membretes de los Juegos.
Cruzar en rojo y escupir en la calle
La memorización de las normas de tráfico y la prohibición de cruzar semáforos en rojo también forman parte de esta normativa, junto a la imposición de guardar las colas y la prohibición las aglomeraciones.
Las autoridades pekinesas tampoco permitirán escupir en la vía pública y obligarán a cuidar el medio ambiente, así como los monumentos históricos. Por tanto, queda desterrada la idea del típico turista que quiere pasar a la posteridad gravando su nombre en la piedra de la Gran Muralla.
En cuanto a las propias instalaciones olímpicas, como es de esperar, se pide cuidado y prohíbe alborotos en su interior, tarea para la que solicitan colaboración de los ciudadanos, a los que se les prohíbe lanzar botellas o llevar sus propias bebidas. Tampoco se permite la reventa o las apuestas.
