Piden cárcel para un testigo acusado de mentir para encubrir a narcotraficantes

La Fiscalía solicita dos años de prisión para Francisco P.F., amigo personal de tres de los mayores lancheros en activo en 2012, condenados por los 1.700 kilos de cocaína del Ratonero
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La Fiscalía de Pontevedra acaba de tramitar el escrito de acusación contra Francisco P.F., un vecino de O Salnés que compareció como testigo en el juicio por el macroalijo (1.700 kilos de cocaína) del pesquero Ratonero y que, según el Ministerio Público, mintió sin pudor para apoyar la defensa de tres de los acusados: los conocidos narcotraficantes Baltasar Vilar Durán, ‘Saro’, José Manuel Cores Losada y José Antonio Búa Padín.

Francisco P.F, que reconoció en la sala de vistas que tenía relación personal con los citados Cores Losada, Vidal Durán y Búa Padín (o lo que es lo mismo, tres de los más expertos pilotos de planeadoras que permanecían en activo en 2012 en territorio europeo), declaró que uno de ellos le contrató para que les llevase desde Vilanova hasta la isla de Madeira. Su objetivo era desvirtuar la acusación del fiscal Antidroga, Luis Uriarte, que tenía datos que confirmaban que los tres citados, a bordo de una lancha rápida, acudieron a un punto acordado en altamar para recoger 1.500 kilos de cocaína cuando fueron cazados con las manos en la masa, lo que les llevó a huir hasta el archipiélago portugués.

«La credibilidad de este testigo se ve empañada por la relación de amistad con los acusados y la propia falta de verosimilitud del relato (un trayecto tan largo, más de 2.000 millas, sin descansar y sin repostar combustible adicional)», señala el juez en su sentencia.

Francisco P.F. dijo, además, que llegó a Madeira junto a los tres procesados (condenados a penas de más de diez años de cárcel por estos hechos) el 24 de febrero por la mañana. Su versión quedó desacreditada con los testimonios de los vecinos de Paúl do Mar, en la isla subtropical, que vieron una lancha semirrígida de 14 metros de eslora (en la que embarrancaron los acusados tras su desesperada huida de las autoridades) el día 23, pocas horas después de que el Servicio de Vigilancia Aduanera y la Guardia Civil presenciasen el encuentro de la misma con el pesquero Ratonero, que ocultaba el alijo.

Luis Uriarte Fiscal Antidroga
Declaró que llevó a esas personas desde Galicia hasta Madeira y regresó en cuestión de horas sin repostar

Los tres narcotransportistas cambadeses fueron detenidos el mismo día 24 en la localidad de Machico, a donde fueron trasladados desde Paúl do Mar por un taxista. No llevaban equipaje, ni tan siquiera sus DNI originales (que fueron hallados días después en A Guarda, a más de 1.000 millas de Madeira). Los agentes de Aduanas que les avistaron en altamar llegaron a escuchar su acento gallego mientras saludaban a la tripulación del Ratonero, instantes antes de percatarse de su presencia y emprender la fuga. Por si no fuesen suficientes indicios, posteriores pesquisas confirmaron que los motores de la planeadora hallada en Púa do Mar fueron adquiridos en Cambados, localidad de residencia de los investigados.

LA ACUSACIÓN. Ante estas evidencias y escuchando una versión a todas luces descabellada, Luis Uriarte, fiscal Antidroga, solicitó el inicio de un procedimiento por un delito de falso testimonio cometido por el citado testigo, que desemboca en una petición de dos años de prisión y una multa de 3.600 euros para el procesado, Francisco P.F.

El Ministerio Público explica que «en su condición de testigo en el juicio seguido contra ocho encausados por la comisión de un delito contra la salud pública, en su modalidad de tráfico de estupefacientes que causan un grave daño a la salud, subtipo de extrema gravedad (por cantidad y uso de embarcación) y de pertenencia a grupo criminal, celebrado en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, en la sesión celebrada el 8 de octubre de 2014, faltó deliberadamente a la verdad en su testimonio, y ello pese a ser informado inicialmente de su obligación de no faltar a la misma y de las consecuencias que ello supondría».

La acusación se sustentará en los testimonios de algunos de los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en la investigación, que actuarán como peritos.

El fiscal Antidroga explica que «no se pueden permitir estas actitudes. La gente debe saber que en un juicio no se puede mentir impunemente», a lo que añade que «declaró que llevó a esas personas desde Galicia hasta Madeira y regresó en cuestión de horas sin repostar».

El juez refleja en su sentencia que el ahora encausado llegó a decir que salió de Vilanova el 22 de febrero, dejó a los narcotraficantes en Madeira 40 horas después y regresó a Galicia inmediatamente, consumiendo unos 2.800 litros de combustible. Un ‘roadtrip’ que nadie se creyó.

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