El Celta de Vigo ha empezado la fiesta del ascenso en el césped del estadio de Balaídos, donde los jugadores y su cuerpo técnico han celebrado, delante de una afición totalmente entregada, el ansiado regreso a Primera División después de cinco años en el infierno de Segunda.
Los futbolistas celestes formaron una piña en el centro del campo nada más finalizar el encuentro y posteriormente, tras saludar a los aficionados, mantearon a Paco Herrera y a su ayudante Ángel Rodríguez.
La fiesta continuará por las calles de la ciudad, que la plantilla recorrerá en un autobús descapotable, y que finalizará en la fuente de Plaza América, lugar de celebración del celtismo y donde ya hay cientos de vigueses festejando la vuelta de su equipo a la máxima categoría del fútbol español.
