El Concello de Poio inicia una campaña de control de las plazas de minusválidos

La Policía Local quiere erradicar la picaresca en el uso de los estacionamientos existentes
Una de las plazas para personas con discapacidad funcional, en Poio
photo_camera Una de las plazas para personas con discapacidad funcional, en Poio

La Policía Local de Poio llevará a cabo a partir de este lunes una nueva campaña de control que durará dos semanas. Entre el 24 de abril y el 7 de mayo, los agentes de Poio tendrán, entre sus otros objetivos, la prioridad de controlar y vigilar el uso que se está haciendo en todo el municipio de los espacios de estacionamiento reservado para las personas que padecen algún tipo de discapacidad que están delimitados y señalizados correctamente.

La medida trata de atajar abusos y, sobre todo, detectar usos fraudulentos de las tarjetas indicadoras de que el conductor padece una discapacidad física, concedidas por las administraciones.


Hace unas semanas una mujer aparcaba haciendo uso de una tarjetas caducada en 2012, que había pertenecido a su marido fallecido

Los agentes policiales recuerdan que la cartilla acreditativa del grado de discapacidad es un documento personal, intransferible e informativo de reconocimiento de la minusvalía padecida por el usuario. El documento sustituye a la resolución e informa a los demás usuarios y a las autoridades.

La Policía Local de Poio informa de que las plazas habilitadas para las personas poseedoras de esta condición han sido revisadas y despejadas en los últimos días. Son más visibles y están perfectamente controladas. Si se hace un uso indebido de las mismas, los agentes advierten de que los turismos aparcados podrán ser retirados y denunciados.

Señalan también que aparcar en una plaza para personas con movilidad reducida sin poseer la tarjeta conlleva una denuncia administrativa por un uso indebido de la plaza. Sin embargo, si el estacionamiento se está realizando con algún tipo de trampa o truco, como presentar una tarjeta con datos falsificados o que no pertenece al conductor, "estamos ante unha infracción penal". Casos típicos constitutivos de este delito son aparcar sin estar acompañado por la persona que posee la acreditación de discapacidad, presentar una fotocopia de la tarjeta o presentar una tarjeta falsificada.

MULTAS DE 200€. Uno de estos supuestos fue detectado hace unas semanas en este mismo concello. Una mujer aparcaba haciendo uso de una tarjetas caducada en 2012, que había pertenecido a su marido fallecido. El objetivo de la campaña es evitar este tipo de picaresca "para facilitar o estacionamento ás persoas que realmente o necesitan". Recuerdan, además, que es preciso "tomar conciencia da situación e sensibilizarse coas necesidades de terceiros".

Según el artículo 65 del Real Decreto Legislativo 339/1990, de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, entre las infracciones de parada o aparcamiento graves está el uso de plazas de estacionamiento para discapacitados, que se equipara con otras como aparcar en el carril bus, en curvas, cambios de rasante, túneles, pasos inferiores, cruces o en cualquier lugar peligroso o en el que se entorpezca de forma grave la circulación o ponga en riesgo a otros vehículos o peatones. Según el artículo 67 de la misma ley, las infracciones graves pueden ser castigadas con multa de tráfico de hasta 200 euros.

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