PONTE CADELAS. Un vecino de la localidad murciana de Torreagüera se proclamó este año ganador del concurso de carteles de la Festa da Troita, en Ponte Caldelas. Se llama Rubén Alesandro Lucas García y presentó un trabajo llamado La Gran Fiesta, en el que la ilustración está protagonizada por una trucha multicolor que pica en el anzuelo de la estatua del pescador del paseo fluvial. Se da la circunstancia de que es la primera vez que el premio del certamen se entrega a un habitante de otra comunidad autónoma y este detalle parece haber causado malestar en las filas de la agrupación municipal del PSOE, que firma un comunicado pidiéndole al alcalde que, de cara a años venideros, rectifique su política de fiestas, "para adaptarlas a la realidad del pueblo".
A juzgar por lo escrito por los socialistas caldelanos, el hecho de que un ciudadano de Murcia gane este concurso no es más que un efecto de la crisis agravada por la mala gestión de Perfecto Rodríguez, el alcalde. Así, dicen que "la desmotivación de los vecinos de Ponte Caldelas hace que cada año sean menos los que quieran participar en el concurso de carteles y fotografía para la Festa da Troita", para continuar afirmando que "este hecho se viene constatando de forma inevitable cada año por la depresión de un pueblo que además de desmotivado, decrece de forma preocupante al mismo ritmo que el desánimo de los vecinos. Las más de 800 personas en paro, las familias que ven sin remedio cómo sus hijos se tienen que ir y el envejecimiento poblacional creciente, no invitan demasiado a participar en ninguna iniciativa, provenga de quien provenga, y de ahí que este año se le dé el premio a un murciano que probablemente no conoce Ponte Caldelas ni sus fiestas". Reconocen que se trata de "un hecho anecdótico, pero evidencia la decadencia del pueblo e invita a una mirada crítica hacia el pasado, pensando: ¡Quiénes fuimos y a lo que llegamos!".
Riesgo de fracaso
El grupo encabezado por Andrés Díaz invita al alcalde "cambiar y adaptar las fiestas a la realidad que se evidencia cada día de que somos muchos menos y con menos poder adquisitivo", por lo que piden que, "para el importante acontecimiento que son las fiestas, deberíamos hacerlas más participativas, más divertidas y más económicas (teniendo en cuenta la elevada deuda municipal de más de un millón y medio de euros)". El PSOE dice que, de lo contrario, "se corre el riesgo de que sea un fracaso de participación y de que una de las insignias de nuestro pueblo pierda su prestigio, puesto que las a fiestas no asistirán los murcianos sino los de aquí, nuestros vecinos".
El Concurso de Carteles da Festa da Troita, dotado con un premio de 400 euros, se puso en marcha en 2002 y desde entonces las bases del mismo obligan a los participantes a presentar sus datos en un sobre sellado, aparte del paquete anónimo en el que se entrega el cartel y bajo un lema. Si el jurado realiza la elección reglamentaria, desconocerá procedencia del autor hasta que finalice la selección, de modo que es imposible favorecer a un autor local. Las bases recogen que se trata de un concurso abierto, no solo para vecinos. El concurso de fotografía, con mayor participación local, también es abierto y el de redacción es el único exclusivo para los escolares de los centros del municipio.
A falta de confirmación por parte del Concello, la mayor parte de las ediciones del concurso han sido ganadas por estudiantes o diseñadores de Pontevedra y la zona de Vigo y en pocas o ninguna ocasión el cartel ganador ha sido obra de un vecino. En algunos casos, como en 2012 con el cartel de Modesto Martínez, se premió a un diseñador con una amplia trayectoria y con premios en su haber como el Francisco Mantecón, el más emblemático galardón de este tipo concedido en Galicia en la materia.
El envejecimiento, el paro y el éxodo de la juventud desmotivan a los vecinos, "y de ahí que se le dé el premio a un murciano", dice el PSOE
