Unos cuatro o cinco meses. Es el plazo que responsables de la Xunta, incluído el presidente de Augas de Galicia, Francisco Menéndez, se dan para la puesta en marcha del sistema de saneamiento en A Reigosa, Ponte Caldelas.
Menéndez visitó hoy las obras de construcción de la biodepuradora que se instalará en el lugar perteneciente a la parroquia de Tourón, y anunció que el 50% de las canalizaciones están ya instaladas. A su vez, la construcción de la estación depuradora de aguas residuales está también en marcha, por lo que calculó, «os traballos poderán finalizarse seis meses antes do prazo previsto».
Menéndez destacó, además del buen ritmo de los trabajos, la novedad que supondrá la instalación de la biodepuradora (un sistema basado en una depuración de las aguas fecales a base de plantas, en concreto, juncos, que necesita más espacio pero conlleva un proceso puramente biológico). «É un sistema moito máis asequible para o Concello, que será o encargado do mantemento. Funcionará cunha potencia necesaria de 1KW, o cal é menos que o que precisa unha vivenda».
El presidente de Augas aclaró que, a diferencia de las estaciones depuradoras para grandes poblaciones, que se basan en «potenciar un sistema de depuración natural a base de microorganismos, neste caso aprovéitase o poder depurador dos xuncos, para poder facer o mesmo, tratándose dun servizo para unha poboación menor, como é o caso».
La nueva instalación exige más superficie que una EDAR convencional, pero ofrece a cambio un elevado rendimiento, por la relación de su efectividad con el bajo consumo energético.
250 vecinos
Las obras fueron iniciadas el mes de julio y consisten en la ejecución de una red de alcantarillado de casi seis kilómetros, laconstrucción de la EDAR con capacidad para 250 habitantes (aunque el polígono industrial de Ponte Caldelas está en A Reigosa, esta instalación cuenta con alcantarillado propio, que vierte con el de O Campiño, en Pontevedra.
Están instalados ya unos tres kilómetros de canalizaciones, (un 50% del total) y, con respecto a la EDAR, se han rematado la obra civil y los humedales, de modo que esta instalación está pendiente de los equipos, el de desbaste.
Es probable que la bioestación de A Reigosa (que verterá el agua ya limpia al regato A Fontequente, afluente del Almofrei) sea la primera de estas características en la provincia. Actualmente hay otras en marcha en Boimorto, Cervo y Abegondo y varias en construcción.
A la visita acudieron, además, el delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís y el alcalde, Perfecto Rodríguez, quién indicó que el coste de esta obra (por encima de los 700.000 euros de inversión) «da una idea de las dificultades que tenemos los concellos con el saneamiento rural ». El regidor aclaró que, en este caso «conseguimos y agradecemos la financiación de la Xunta, por ser este un lugar con población más dispersa aún de lo común».
