PONTE CALDELAS. Nuevo robo en una iglesia de Ponte Caldelas en el plazo de una semana. En este caso fueron los parroquianos de Anceu los que descubrieron que los desconocidos se habían quedado con el patrimonio de su templo la madrugada del pasado lunes.
El párroco local, Miguel Carbajal Sobral fue el encargado de denunciar el robo ante los responsables del puesto de la Guardia Civil de Ponte Caldelas. Tras hacer recuento, faltan tres cadenas de oro de la Virxe das Dores, a la cual le dañaron parte de la corona de plata en el proceso de sustracción de las joyas.
El ‘modus operandi’ parece el mismo que el desarrollado por los ladrones en la iglesia de Forzáns, a escasos kilómetros de Anceu, hace menos de siete días. En ambos casos se habría valido de una pata de cabra o herramienta similar para forzar uno de los paños de la puerta principal del templo.
Puede que en el caso de Anceu, las tentativas se prolongasen en dos jornadas seguidas (la madrugada del sábado y la del domingo). En el de Forzáns, los propios vecinos habían descubierto evidencias de intentos de forzar la puerta lateral del templo. En la parroquia de Anceu vive otro joven cura, que está muy vinculado con la parroquia, Luis Manuel González Piñeiro, quién explicó que esta iglesia llevaba años sin sufrir un robo de estas características.
«Houbo un, hai xa moitos anos, pero o certo é que non quedaba moita cousa de valor dentro, polo que só puideron levar as medallas da virxe», aclaró.
Según González Piñeiro, se trata de unas cadenas de oro «das que as veciñas ou as devotas lles regalan aos santos ás veces. Nós sempre insistimos en que non se faga iso, que non son precisos ese tipo de donativos, pero é un costume que permanece, dependendo do lugar», aclaró.
En cuanto a las posibilidades de que los ladrones se llevasen dinero en efectivo, las descartó «nas igrexas hoxe non hai moitos cartos, e normalmente, retíranse para evitar estes problemas».
El joven párroco explicó que «estes roubos son bastante comúns, e nestes mesmos días temos oído de tentativas similares en Rebordelo, aquí en Ponte Caldelas e na igrexa de Soutomaior. Os ladróns xa saben que no poden levar gran cousa, porque, as coroas das virxes, os cálices e o resto de elementos de valor son moi fáciles de identificar, e quen os comprara podería meterse nun problema gordo e ser denunciado por cómplice, así que, ao final levan as medallas, ou os poucos cartos que poidan atopar».
En el caso de Anceu, en donde no había medidas de seguridad extraordinarias, los asaltantes no se tomaron la molestia de buscar en la sacristía ni de tratar de desvalijar los petos de los santos «en parte porque tiñan moi pouquiñas moedas», explicó el joven cura.
En los dos robos registrados en la semana pasada, en Forzáns y Tourón, los ladrones sí demostraron mayor interés por conseguir cantidades económicas. De hecho, en Forzáns trataron de obtener el contenido de los petos de madera, mientras que en el caso de Tourón, tras entrar por un lateral de la iglesia, pudieron hacerse con una cantidad indeterminada de dinero que hallaron en las instalaciones de la sacristía.