Pontevedra es la ciudad gallega en la que más descendió el precio de la vivienda durante los años duros de la crisis, según los últimos informes de compraventa realizados por la Sociedad Estatal de Tasación.
En los primeros meses de 2008, el municipio vendía el metro cuadrado en el casco urbano a una media de 2.142 euros. Pontevedra se situaba entonces como la cuarta gran urbe más cara de la comunidad después de A Coruña, Vigo y Santiago; y por delante de Ferrol, Lugo y Ourense.
En diciembre de 2016, con la crisis todavía azotando pero con los grandes indicadores económicos en remontada, la Boa Vila vendía el metro cuadrado a un coste medio de 1.346 euros, superado ya el de Ourense. Esto deja al municipio por delante únicamente de Ferrol (765 euros) y de Lugo (1.159).
Esta caída en el precio, del 37,1%, es la mayor registrada en Galicia, muy próxima a la que sufrió Ferrol (36,4), pero lejos del 25,8% registrado en Ourense, el municipio que mejor aguantó su mercado inmobiliario en los últimos ocho años.
En el territorio provincial, Baiona sigue siendo el concello con la vivienda más cara, seguido por Sanxenxo y Vigo
Durante ese período, las grandes ciudades gallegas se vieron sacudidas por una caída en picado de las ventas de pisos debido, en primer lugar, al cierre a cal y canto del mercado financiero y, como consecuencia de ello, también por el desplome de la construcción y por una devaluación social galopante, arrastrada por un paro desbocado que sólo comenzó a corregir su devastadora estadística en el último año y medio.
En 2008, cuando los gobiernos de toda Europa negaban una y otra vez una crisis que comenzaba a evidenciarse, el metro cuadrado de vivienda cotizaba todavía a 2.664 euros en A Coruña, a 2.643 en Vigo o a 2.516 en Santiago. El mes pasado, el mismo metro cuadrado se pagaba a 1.910 euros en la capital herculina, a 1.720 en la ciudad olívica o a 1.805 en Compostela.
2016 ha sido el tercer año de la recuperación del mercado de vivienda en España, según reconoce el vocal del Consejo Superior de Estadística y miembro del grupo Economistas Frente a la Crisis, Julio Rodríguez López. En estos ejercicios de reactivación, los precios aumentaron por término medio un 10,8%, se vendieron más de 1.200.000 viviendas y, sólo en el último año, se iniciaron 67.000 construcciones nuevas. La estadística gallega, sin embargo, es sensiblemente menor, con una recuperación del precio de mercado entre 2014 y 2016 que apenas llega al 5%. En el caso de Pontevedra, con un sector constructor dedicado casi en exclusiva a la rehabilitación y con un plan general antiguo, que no actúa de revulsivo para la nueva vivienda, los precios apenas crecieron un 1,5% en este mismo período.
En lo que respecta al resto de la provincia de Pontevedra, la evolución de los precios ha estado bastante condicionada por la solidez de motores económicos como el turismo. En los concellos en los que este sector soportó mejor los embates de la crisis, el precio del metro cuadrado tampoco se resintió tanto como en otros lugares, ya que existe mucha compraventa de apartamentos dedicados al alquiler vacacional. Así, entre los ayuntamientos que analiza la Sociedad Estatal de Tasación, Sanxenxo es el que ha registrado una caída menor, de solo un 19,2%: a principios de 2008 el metro cuadrado en la villa de la Madama se pagaba a 2.391 euros y en diciembre de 2016, a 1.931. Algo similar sucedió en el otro principal enclave turístico de las Rías Baixas, Baiona, donde el desplome fue del 28% y, en O Morrazo, del 23,8%.
Algo más pronunciada fue la caída en Ponteareas y en Vilagarcía. En el primer caso, el metro cuadrado pasó de pagarse a 1.324 euros en los primeros años de la crisis a solo 926 euros a finales del año recién terminado (un 30% menos) y, en el segundo, la cotización del suelo bajó de 1.614 euros por metro a 1.098 (casi un 32% de diferencia).
