Pontevedra recibe a un peregrino muy especial

Mark Rien en el Albergue de Peregrinos de Pontevedra. DAVID FREIRE
photo_camera Mark Rien en el Albergue de Peregrinos de Pontevedra. DAVID FREIRE

PONTEVEDRA.De Alemania a Santiago de Compostela con parada en Pontevedra, así como en todas las capitales de los países del euro. De esta forma el peregrino alemán Mark Rien quiere dar a conocer la labor benéfica con niños de la calle que el exjugador del Bayern de Múnich Giavane Elber realiza en su país natal, Brasil, y que cuenta con la colaboración de varios ciudadanos alemanes.

Con la llegada al albergue de Peregrinos de Pontevedra, donde llamó la atención de todos los que allí se hospedaban, Mark Rien ponía fin a la 66ª etapa de su largo recorrido, de unos 20.000 kilómetros y que espera terminar el próximo lunes 30 de julio en Santiago de Compostela.

Aunque no pudo dedicar demasiado tiempo a conocer Pontevedra, este peregrino comentó a los responsables del albergue que le pareció una ciudad «interesante» y expresó su voluntad de descubrirla más a fondo cuando sus circunstancias personales se lo permitan. Con un paso ligero pero continuado se dejará ver en los próximos días por otros concellos de la provincia como Caldas de Reis, donde aprovechará para contar su historia a aquellos que quieran escucharla.

VIAJE DIFERENTE

Orgulloso muestra su pasaporte que muestra como su Stuttgar natal supuso el punto de partida de un viaje que lo ha llevado a Luxemburgo, Francia, Inglaterra, Irlanda, Holanda, Finlandia, Croacia, Albania, Grecia, Chipre, Malta, Italia, Portugal, Madrid y finalmente Tui, ciudad en la que comenzó el Camino de Santiago portugués, que tiene una de sus paradas en la ciudad de Pontevedra.

Aunque a la ciudad llegó caminando como un peregrino más, lo cierto es que este alemán ha utilizado numerosos medios de transporte para recorrer Europa. Ha confiado en la solidaridad de la gente realizando auto-stop en numerosas ocasiones, también ha podido viajar , cuando sus posibilidades económicas se lo permitían, en ferrocarril, en barco o en avión.

Lo extravagante de su recorrido le ha permitido vivir numerosas experiencias y hacer amigos de diferentes nacionalidades. Comenta que la primera persona que lo recogió en la carretera fue un camionero alemán con el que cruzó la frontera de su país y que le cedió la cabina de su camión para dormir durante varios días.

Otro momento que Mark Rien recuerda con nostalgia es un trayecto en ferri entre Holanda y Helsinki y que duró más de 30 horas y que aprovechó para hacer amistad con otros viajeros.

Aunque valora de forma positiva las experiencias vividas, reconoce que el presupuesto con el que viaja es muy reducido, lo que hace el camino más duro.

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