El pasado mes de julio, el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, presentó una iniciativa pionera en la que establecía las Rutas Ciclistas Protegidas de toda España, lugares que contarían con una especial vigilancia y protección para convertirse en recorridos seguros para los amantes de la bicicleta. La Ruta del Sol, nombre elegido para el trayecto que une Pontevedra con O Salnés (partiendo por la PO-308 y regresando por el interior), se ha convertido en el espacio más controlado por la DGT.
Desde principios de 2017 hasta el 31 de agosto, los agentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra han prestado una especial atención a este vial (sin olvidar al resto de las carreteras del Norte de la provincia) con el objetivo de proporcionar la máxima seguridad posible a los ciclistas. Ello se ha traducido en más de un centenar de denuncias a conductores por poner en peligro a quienes circulan sobre dos ruedas, la mayor parte de ellas por no respetar la distancia lateral a la hora de adelantarles. El plan, sin embargo, no ha servido para evitar los dos accidentes con ciclistas como víctimas ocurridos en los últimos días en esa misma zona. El Instituto Armado, consciente de los riesgos existentes y de la gran afluencia de ciclistas por la recientemente bautizada como Ruta del Sol, destinó patrullas extraordinarias durante los meses de julio y agosto, en los que informó a conductores y ciclistas de sus obligaciones y, en los casos en los que fue necesario, interpuso las correspondientes denuncias.
A DXT solicitou a colaboración das policías locais de varios municipios para mellorar a seguridade na zona
La DGT también solicitó la colaboración de las policías locales implicadas. El helicóptero Pegasus también se dejó ver por los cielos de O Salnés, todo ello en el marco del plan especial diseñado por el Ministerio del Interior.
Paralelamente, el Estado ha instado a las autoridades competentes a que tomen las medidas necesarias en cuanto a conservación y mejora de los viales, en especial en los 46,8 kilómetros de longitud que componen el mencionado recorrido.
ACTUACIONES. De todas la carreteras que componen la denominada Ruta del Sol, una de las más conflictivas es la PO-308. Los más de 20 kilómetros que unen el entorno de A Barca con A Lanzada, en Sanxenxo, han sido escenario de numerosos accidentes a lo largo de los últimos años.
Las peticiones para mejorar la seguridad vial en buena parte de la conocida en su día como carretera comarcal no cayeron en saco roto. En la villa turística de O Salnés, la Consellería de Infraestruturas ya ha iniciado el proyecto que prevé habilitar carriles para peatones y ciclistas entre la frontera con O Grove y Portonovo. De momento, el primer tramo, que enlaza A Lanzada con Soutullo, ya está finalizado. Eso sí, la actuación no está exenta de polémica. Y es que reprsentantes de grupos como Somos Sanxenxo, Podemos, el PSOE o En Marea pasaron este domingo revista a estos trabajos y advierten de que la reforma "non concorda co establecido no proxecto". En concreto, denuncian que no se ha habilitado un carril específico para aquellas personas que utilicen la bicicleta para desplazarse. La segunda fase, entre Soutullo y Major, ya está en marcha, mientras que el tramo final se licitará en breve.
Por lo que respecta a Poio, el municipio todavía espera a que la mejora de la PO-308 se haga realidad. De momento, la Xunta prevé dar respuesta en octubre a las alegaciones presentadas ante la actuación prevista para mejorar la seguridad viaria entre Samieira y Raxó.
