Pontevedra suprimirá entre 21 y 35 de las plazas de aparcamiento de Benito Corbal

El principal peaje que se pagará por ganar más espacio para los peatones en el centro pontevedrés consistirá en la pérdida de entre 21 y 35 plazas de aparcamiento libre que existen en la actualidad en Benito Corbal. El cómputo dependerá de hasta donde llegue la peatonalización. Veintiuna de ellas están ubicadas en el tramo que parte de Blanco Porto hacia la zona monumental y que, sí o sí, será restringido a la circulación de vehículos. Otras 14 (que son las que faltan para llegar a 35) están localizadas en el tramo entre Blanco Porto y Cobián Areal y solo se perderían si, finalmente, el Gobierno municipal se decanta por una peatonalización completa. Sea como sea, seguro que habrá más de un conductor que eche en falta estas vacantes, porque se puede llegar a decir que son ‘únicas en su especie’. Casi todas las plazas de aparcamiento que hay repartidas en los viales perimetrales están limitadas por tiempo o reservadas para servicios, carga y descarga.

RESTRICCIONES EN VIGOR. La hoja de ruta municipal también contempla la supresión del estacionamiento en superficie que hay en las calles Castelao y Daniel de la Sota, solo que, en este caso, actualmente las vacantes que existen ya están limitadas a 15 minutos o reservadas a servicios, carga y descarga y usuarios del Hospital Domínguez (en el caso de la calle Castelao). Además, la peatonalización no implicará el hermetismo absoluto de los viales frente a la circulación. La previsión es permitir el tránsito y aparcamiento de vehículos dedicados a los servicios, como ocurre en la actualidad en otras calles de plataforma única. "O resultado será semellante ao das rúas Michelena e Gutiérrez Mellado", señaló este lunes el concejal responsable de Obras Urbanas, Luís Bará.

El tránsito de los residentes para acceder a sus plazas de aparcamiento privadas también queda garantizado. De hecho, uno de los trabajos que contempla la reforma es la adecuación de los accesos de los garajes de edificios a la estructura de la plataforma única.

En cualquier caso, el multamóvil se encargará de velar por el correcto cumplimiento de las nuevas normas de circulación y aparcamiento en las calles del centro. Así, terminará de disuadir a todos los conductores que se introducen con su coche en el casco urbano sin una necesidad plenamente justificada, uno de los objetivos que explica las reformas emprendidas por el Gobierno nacionalista.

CAMBIOS. Aparte de producirse cambios en el aparcamiento, la expansión de la peatonalización implicará modificaciones en el mapa de tráfico (ver página 2), que también obligarán a cambiar las rutas de transportistas y proveedores.

Una de las medidas que se prevé implantar en este sentido es el polémico giro a la izquierda desde Andrés Mellado hasta la glorieta Compostela, una maniobra prohibida en la actualidad, pero que fue demandada en numerosas ocasiones por los vecinos de la zona para atajar hacia sus viviendas.