Pontevedra también lidera el tráfico de heroína

Las fuerzas de seguridad incautaron 91 kilos en la provincia en 2016 superando a Barcelona, la puerta de entrada clásica de esta droga ►Los expertos coinciden en alertar del incremento de la demanda a todos los niveles, comenzando por la propia ciudad del Lérez

EL JEFE del Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil de Pontevedra, cuyos agentes acaban de completar un operativo histórico contra el tráfico de cocaína en la Boa Vila, es un gran conocedor de la situación del tráfico de heroína. "Es una droga que se llevó por delante a una generación entera. Tendría que estar erradicada teniendo en cuenta que la población está informada de los riesgos. Sin embargo, lejos de ser así, su consumo ha aumentado". La opinión de uno de los mayores expertos en la materia, que coincide con otros responsables policiales, judiciales y de colectivos de lucha contra la droga, se ve respaldada ahora con un dato objetivo: la provincia lidera, por vez primera en muchos años, el volumen de heroína incautada en España, aventajando claramente a Barcelona, la puerta de entrada habitual de esta droga, y a Girona. Los 91 kilos decomisados en 2016, según los datos oficiales que desvela el anuario del Ministerio del Interior, sitúan a Pontevedra en un escenario de lo más preocupante, teniendo en cuenta el brutal repunte que, paralelamente, se está viviendo en 2017 en cuanto al tráfico de cocaína, en especial desde la injerencia en las Rías Baixas del mismísimo Loco Barrera, posiblemente el narco más poderoso del mundo en la actualidad.

A finales de 2015 se produjo el primer gran operativo policial contra el tráfico de heroína en Pontevedra, aunque finalmente sería solo un aperitivo de lo que vendría después. El citado ECO Galicia desmanteló una red criminal liderada por dos súbditos albaneses afincados en pleno centro de la capital provincial (uno de ellos incluso tenía un trabajo lícito como tapadera). Fue la operación Azúcar Amargo, que incluyó el decomiso de 30 kilos de heroína y diez más de cocaína. Un histórico narcotraficante del área metropolitana de Oporto, Vítor do Ouro, también fue detenido en aquel momento.

Esta investigación derivó en una segunda que concluyó en Barcelona unos meses más tarde. Los agentes dependientes de la Unidad Central Operativa (UCO) con base en la Comandancia pontevedresa se desplazaron a Cataluña para, bajo la coordinación de Luis Uriarte, por entonces fiscal Antidroga de Pontevedra, detener a los socios de los arrestados en la anterior operación e incautar otros 46 kilos de caballo, el segundo mayor decomiso del año. El Ministerio del Interior apunta esta cifra a la droga aprehendida en Cataluña, aunque la investigación se efectuó desde las Rías Baixas.

También a principios de año, en este caso bajo mandato de la Audiencia Nacional, los expertos del Grupo de Respuesta Especial Contra el Crimen Organizado (Greco) de la Comisaría de Pontevedra se hicieron con un cargamento de 30 kilos más en un sigiloso trabajo que solo trascendió en páginas de este periódico y que se llevó a cabo en un municipio del Sur de la provincia.

Sin embargo, el mayor éxito alcanzado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que operan en la provincia en 2016 en cuanto a la lucha contra la heroína corrió a cargo de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) de la Comisaría de Pontevedra, que por aquel entonces lideraba Alfonso Mariño (actual jefe de la Policía Judicial). Fue durante el mes de abril cuando fructificó una larga investigación que se saldó con la incautación de 56 kilos (que se hallaban ocultos en una caleta habilitada entre las ruedas y la carrocería de un vehículo) y la detención de diez personas, entre ellas el destinatario del mayor alijo del año ya no solo en España, sino en Europa, un individuo afincado en Mos.

2017 comenzó de un modo similar al año anterior: con un gran despliegue del ECO Galicia que se saldó con una veintena de detenidos y la incautación, en varias fases, de 15 kilos de heroína. Los investigadores dependientes de la Unidad Central Operativa confirmaron otro elemento preocupante que añadir a los ya conocidos: uno de los detenidos había estado implicado en el alijo de 56 kilos de abril de 2016. Posteriormente se supo que el grupo criminal desarticulado pretendía tomar el testigo de Manolo de Mos (el presunto cabecilla de la organización que desmanteló la Udyco). Se había iniciado una lucha por hacerse con el hueco que había dejado su organización.

Con todos estos datos, los expertos en la materia han puesto el grito en el cielo para reclamar medidas urgentes por parte de la Administración que, al menos por el momento, no se han producido. El fiscal Uriarte apuntó que "la situación actual demanda campañas informativas entre los jóvenes y endurecimiento de las penas por esta clase de delitos, pues se puede comprobar que son inferiores a las de otros países, lo que quizás esté generando un efecto llamada para que las organizaciones se establezcan aquí". Colectivos como Érguete, Fibgar o la FGCN reclaman "que se actúe ya" ante los graves riesgos que entraña el repunte de "la droga más dañina".

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