«Por fin volvemos a tener cine»

La primera cola de la tarde de ayer, tras la apertura de las taquillas; un grupo de amigos que muestra sus entradas y un padre con su hijo accediendo a una de las nuevas salas. rafa fariña
photo_camera La primera cola de la tarde de ayer, tras la apertura de las taquillas; un grupo de amigos que muestra sus entradas y un padre con su hijo accediendo a una de las nuevas salas. rafa fariña

PONTEVEDRA. Curiosidad, intriga, alegría y expectación. La reapertura de los cines de Pontevedra provocó una mezcla de sensaciones en más de un centenar de personas que acudieron ayer de manera puntual a las primeras sesiones del día. «Por fin. Ya teníamos muchas ganas de volver al cine. Era un poco triste tener que desplazarse hasta Vigo o Vilagarcía para poder disfrutar de una peli», aseguraron Andrés, Pedro y Rubén, uno de los grupos de amigos que estuvieron en las primeras colas de la tarde para hacerse con una entrada para ver el Hobbit.

Entre los espectadores también estaban David y su hija Julia, que mostraban con orgullo sus entradas para ver ‘Lluvia de Albóndigas’. «Nos han dicho que las instalaciones han cambiado bastante. A ver qué nos encontramos ahora», declaró el pontevedrés.

Antes de que el reloj marcase las cuatro ya eran muchos los que prefirieron guardarse las espaldas comprando su entrada -aunque fuera para las últimas sesiones- y así evitar quedarse sin butaca. Los había con las ideas fijas y con muchas ansias de entrar a la sala, pero también hubo muchas personas que tardaron en decidirse por alguna de las propuestas que Cinexpo tenía en taquilla. Para los curiosos también hubo hueco, dado que algunos ciudadanos se congregaron en las inmediaciones del centro comercial Vialia para «cotillear un poco y comprobrar cómo había quedado todo tras las reformas».

Los más pequeños de la casa fueron, sin duda, los más ‘madrugadores’. Acompañados por sus padres, todos tuvieron el privilegio de elegir la película que les apetecía ver. Los padres les concedieron ese deseo. «Han abierto justo a tiempo», confesó la pontevedresa María del Carmen, de 42 años, «porque a mis hijos les encanta ir al cine y durante estos meses apenas pisaron uno porque me resultaba muy complicado trasladarme con ellos a otro lugar». Además, ahora llega la Navidad «y, con todo el tiempo libre que tienen, venir aquí es una de las mejores opciones».

En cuanto a los precios, los más mayores agradecieron bastante la rebaja de un euro, aproximadamente, con respecto al coste establecido por la anterior empresa que explotaba las salas. «Sigue siendo caro, pero también hay que entender que con la subida del IVA no podemos pedir que hagan milagros», explicó Julio, que no quiso perderse la oportunidad de asistir a la ‘premiere’ de Cinexpo con su hijo pequeño. La entrada normal asciende a 7,20 euros y el precio reducido es de 6,20. Este último se aplicará de lunes a viernes (excepto festivos) a menores de 14 años, a mayores de 60 y a menores de 25 años que dispongan del carné joven o de estudiante. También podrán acceder a las salas por ese precio aquellas personas que vayan a las sesiones de antes de las 17.00 horas y los que acudan el día del espectador, que será los jueves. A estos precios hay que sumarle 0,30 céntimos de euros para las películas en 3D y 0,50 para la sala VIP o para disfrutar de la película en una butaca vibratoria.

Tras seis meses sin proyecciones en la ciudad, esta reapertura por parte del grupo Galicine significó un alivio para todos aquellos que fueron llegando según transcurrió la tarde, sobre todo para los más cinéfilos, como Susana y Pilar, que fueron de las tantas personas que se interesaron por la la tarjeta Fidelize, con la que puden conseguir descuentos y promociones cada vez que vayan al cine.

El ambiente en Vialia nada tuvo que ver con el que se pudo ver durante los últimos meses, desde que Ábaco-Cinebox fuera desahuciado. El olor a palomitas volvió a inundar el centro comercial.

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