Solicitan las primeras licencias para competir con el taxi en Pontevedra

Plataformas como Uber y Cabify preparan su desembarco en la Boa Vila
Taxistas, en Daniel de la Sota
photo_camera Taxistas, en Daniel de la Sota

Una delegación de taxistas de Pontevedra participó este martes en la concentración celebrada en Santiago de Compostela para exigir un mayor "control" de la incipiente competencia que está surgiendo desde el ámbito particular y empresarial. Particularmente, de plataformas como Uber y Cabify, que ofrecen al usuario la posibilidad de viajar en coches particulares a precios más económicos.

Por el momento, ambas empresas están sin operar en la ciudad capitalina, pero su llegada podría ser cuestión de meses o incluso días. La asociación de autopatronos de Pontevedra, integrada por 88 socios, tiene constancia de que recientemente se han tramitado en la provincia 40 solicitudes de permisos VTC, destinadas al alquiler de vehículos con conductor.

La asociación considera que este tipo de licencias son "injustas" para el gremio de los taxistas, que tienen que lograr dos licencias (una de la Xunta de Galicia y otra del Concello en el que operan) y superar una serie de filtros para poder trabajar. "No es lógico que se equiparen ambas actividades. Por esto pedimos que se respete el territorio del taxista, que es el que está cualificado para realizar este tipo de trabajo", reclamaba el martes uno de los integrantes de la entidad.

Los costes también marcan distancias entre ambos sistemas. Actualmente una licencia de taxi en Pontevedra puede rondar entre los 90.000 y los 100.000 euros, todo depende de las condiciones del vehículo y de su ubicación. Además, la posibilidad de conseguir una licencia de nueva creación es casi imposible, ya que la ratio actual de autopatronos por habitante ya supera la norma en vigor.

La ley establece que se debe conceder un máximo de un permiso VTC por cada 30 licencias de taxi. En cambio, los afectados denuncian que la Administración está superando esta ratio, sobre todo en las grandes urbes. Además, el coste de la licencia y del mantenimiento son menores respecto a la inversión que afronta un taxista.

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