Putin crea cinco bases de mando para la lucha contra el terrorismo en el mar

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó este domingo crear cinco bases de mando en otras tantas ciudades rusas para hacer frente al terrorismo en el mar y en la plataforma continental rusa. Los puertos de Múrmansk (mar de Barents), Kaspiysk (mar Caspio), Petropávlovsk Kamchatski y Yuzhno-Sajalinsk (ambos en el Pacífico) y también Simferopol, la capital de la anexionada Crimea (mar Negro), acogerán las bases de mando operativo, según el decreto firmado hoy por Putin y difundido por medios rusos.

Además, el presidente ruso, Vladímir Putin, designó este sábado a Borís Grizlov, durante muchos años uno de los principales colaboradores del jefe del Kremlin, como nuevo representante de este país en el Grupo de Contacto de Minsk, en el que se negocia la paz en Ucrania.

Los expertos han considerado que el nombramiento de Grizlov, que fue durante ocho años presidente del Parlamento, reforzará el proceso de paz de Minsk, estancado por las irreconciliables posturas del Gobierno ucraniano y los rebeldes prorrusos del este de Ucrania.

"El equipo (ruso) se ha reforzado. Se trata de un importante refuerzo político", aseguró a la agencia Interfax una fuente próxima al Kremlin.

Grizlov, de 65 años y número dos del partido oficialista Rusia Unida desde 2003, se vio forzado a renunciar a la presidencia de la Duma (Parlamento) y a su acta de diputado en diciembre de 2011, después de que la oposición le acusara de orquestar la falsificación de los resultados de las elecciones legislativas celebradas ese año.

Ministro del Interior entre marzo de 2001 y diciembre de 2003, y miembro permanente del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa desde 2012, Grizlov ha sido uno de los funcionarios más cercanos a Putin desde que éste ganara sus primeras elecciones presidenciales en marzo del año 2000.

"La Duma del Estado no es lugar para debates políticos", dijo en una ocasión desde la presidencia del Legislativo y dio así la razón a todos los críticos que le acusaban de convertir la cámara de diputados en un mero órgano de certificación de las decisiones del Kremlin y del Gobierno.