"Que viva o San Xoán de Poio e entro dentro que me mollo!"

Bóveda (segundo por la derecha) durante el juicio celebrado en febrero en la Audiencia.
photo_camera Bóveda (segundo por la derecha) durante el juicio celebrado en febrero en la Audiencia.

«Que viva o San Xoán de Poio e entro dentro que me mollo!». Así, con un toque de improvisación, el humorista gráfico Xosé Lois González Vázquez ‘O Carrabouxo’ terminó el pregón inaugural de las Festas de San Xoán de Poio, ligeramente deslucido por la lluvia que empezó a caer mansamente pasadas las nueve de la noche y que obligó a los asistentes a abrir sus paraugas en la Praza do Mosteiro. Las sandalias, mejor para otro día.

La Banda de Música Cultural de Arcade abrió la velada y, desde el balcón del Concello, la concejala de Deportes e Festexos, Marga Caldas, presumió de las «festas de calidade que os veciños merecen» y que dan el pistoletazo de salida al verano en el municipio. «Un concello vivo mantén a súa cultura e as súas tradicións. É un tesouro que temos que ofrecer aos que veñen de fóra». Desde el resto de balcones la escuchaban el alcalde, Luciano Sobral, y varios concejales de la Corporación.

A continuación se entregaron los premios a los finalistas y al ganador del concurso del cartel de las fiestas y a los deportistas destacados de la temporada 2013-2014.

Fue durante ese momento cuando empezaron a caer las cuatro gotas que se convirtieron en lluvia, pero que no desanimaron a los asistentes, deseosos de escuchar al pregonero.

«Tanta Roja, tanta Roja... Van volver colorados coma tomates», auguró O Carrabouxo en el inicio de su pregón, el oficial, y el improvisado previamente. Así, repasó las riquezas por las que Poio «podería ser trending topic mundial», como «a paraxe única de Combarro», Cristobal Colón (non naceu aquí?), la «marabillosa illa de Tambo», «os mellores canteiros do mundo» y el «prodixioso traballo de recuperación da Seca, que antes era un vertedoiro».

El radar

Pero en lugar de eso, lamentó, el concello saltó a la fama recientemente por el «radar quebranucas», también conocido como el «radar reviratestas» o el «radar da nena do exorcista».

Así, a propósito de las polémicas multas de la Policía Local, O Carrabouxo soltó un par de chistes con la Guardia Civil de Tráfico como protagonista que arrancaron las risas del respetable, y habló también de las nuevas tecnologías.

El pregón de verdad, ahora sí, tenía formato de verso. No lo cantó, como sospechaban algunos -ya estaba lloviendo-, sino que lo recitó apurando la estrofa. Recordó que Poio fue su primer destino como funcionario del Estado y que allí, en el atrio del monasterio, tiene enterrado a un primo de su abuelo, «Antonio Rey Soto, home erudito e ilustrado que tiña a honra de ser amigo de Castelao» y que donó sus libros a la biblioteca del Mosteiro de San Xoán.

Recordó también al mártir galeguista Alexandre Bóveda y alabó las playas y montes de Poio, «un dos paraísos do mundo» antes de repasar con la rima puesta, el cartel festivo de la semana, que hoy tiene uno de sus platos fuertes, la sardinada y la hoguera en A Seca. Será el colofón de una jornada que empezará con alboradas y continuará con la recogida de las hierbas de San Xoán.

Y, tras el pregón, llegó el momento del chupinazo, un trámite del que se encargó el regidor, no sin poco esfuerzo y sorteando el agua caída del cielo.

La Banda Tradicional de Gaitas de Poio puso fin a la inauguración festiva con la interpretación del Himno Galego, a la que siguió la degustación de rosca y vino.

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