El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha pedido este miércoles "huir de los extremismos" y ha apuntado que lo que se necesita es "moderación". "Somos un pueblo moderado, y los gallegos de manera muy especial, somos gente tranquila, formal y seria", ha dicho.
"Lo cual no quiere decir que no tengamos eso en lo que están pensando todos los que estamos aquí presentes", ha añadido Rajoy en el mitin de esta noche en A Coruña, muy poco después de haber sufrido una agresión por parte de un joven en Pontevedra, incidente que no ha mencionado en ningún momento de forma explícita.
Sí ha querido dejar claro su estado de ánimo: me encuentro estupendamente, en un gran momento, mucho mejor que hace cuatro años, con más ganas, con más ilusión y con más fuerza que nunca", ha señalado Rajoy, quien por eso ha pedido a los populares que le ayuden a ganar las elecciones el próximo domingo.
En ningún momento de su discurso ha hablado Rajoy del fuerte puñetazo que ha sufrido por parte de un joven de 17 años vecino de Pontevedra que ha sido detenido.
Tan solo al inicio de su intervención ha dicho unas palabras que a muchos les han sonado a broma y que el público ha respondido con aplausos. Ha sido cuando ha recordado que comenzó su carrera política "pegando carteles en Pontevedra" y ha dicho: "también ahora se pegan, y muchos, en la provincia de Pontevedra".
Por lo demás, el discurso de Rajoy ha contado con su mensaje habitual en esta campaña, y por ejemplo ha insistido en su "profundo desacuerdo" por la forma en que hablan los partidos de la oposición del país, pintando una España "tétrica, oscura o negra", una visión que le parece, ha dicho, totalmente injusta.
"No estoy dispuesto se dé una imagen de España que nada tiene que ver con la realidad"
"No estoy dispuesto se dé una imagen de España que nada tiene que ver con la realidad", ha dicho.
Rajoy ha llegado al Palacio de Exposiciones y Congresos de A Coruña acompañado del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, con quien ha viajado en coche desde Pontevedra tras sufrir la agresión.
Allí ha sido recibido por fuertes aplausos y gritos de "presidente" por parte de los asistentes -más de 3.000 personas, según fuentes de la organización- y por pancartas de apoyo.
El jefe del Ejecutivo ha llegado sin gafas, debido a que el joven que le ha agredido se las ha roto con el puñetazo.
Y sin gafas ha dado también su discurso de este mitin, en el que se podía apreciar, en el lado izquierdo de su cara, la marca del puñetazo que le ha dado el agresor.
Al igual que Rajoy, ninguno de los dirigentes que le han precedido en la palabra han hablado de la agresión sufrida por el presidente del Gobierno.
