Recaudan más de 1,5 millones en la subasta de bienes del narcotráfico

Los salones del Hotel Wellington de Madrid se convirtieron este viernes en el epicentro del mercado inmobiliario del país. Unas 200 personas acudieron allí para participar en la subasta pública de una veintena de inmuebles que en su día pertenecieron a narcotraficantes y que, tras ser decomisados y puestos a la venta, ya tienen dueño. La mansión que mandaron levantar Laureano Oubiña y Esther Lago sobre la parcela familiar de A Laxe fue vendida, junto a los terrenos anexos, por 245.000 euros. Junto a ella fueron encontrando comprador todos los inmuebles ubicados en Pontevedra que formaban parte de los lotes salvo uno, un chalé muy próximo a la playa de As Sinas, cuyo interior, destrozado por desconocidos, resultó un elemento clave para su devaluación. Una suerte parecida corrieron las casas, los pisos y las naves del resto del país que completaron la puja: solo una vivienda en Plasencia se quedó en manos del Estado, destacando la venta de una nave de 1.000 metros cuadrados en el Sur de Gran Canaria por más de 600.000 euros.

La mayoría de los bienes que se subastaron alcanzaron un precio superior al de salida, según pudo saber este periódico. La recaudación provisional supera el millón y medio de euros, unos fondos que irán a parar al Plan Nacional Sobre Drogas (PNSD) para su posterior reparto entre ayuntamientos y comunidades autónomas, que lo reinvertirán en favor de los drogodependientes.

Un piso y un local en Vilagarcía, un chalé en As Sinas que en su día perteneció a la familia de Guillermo Abalo Maneiro y una bodega en Meaño y un chalé en la playa de Montalvo que formaron parte del patrimonio de la familia de Manuel Barroso Millán fueron vendidos este viernes en Madrid.

En cuanto a los compradores, nada se sabe, y no se descarta la posibilidad de que alguna persona relacionada con los antiguos propietarios de los mismos haya sido una de las adjudicatarias, como ya ocurrió en una ocasión con una propiedad de Los Charlines.

Fernando Alonso, gerente de la Fundación Galega Contra o Narcotráfico (FGCN), explicó que "estas ventas son importantes por el dinero, que se convierte en ingresos para toda la sociedad y para la lucha contra la droga, además de por su valor ejemplarizante en la medida en la que se visualiza que no sale gratis el tráfico de drogas, pues más tarde o más temprano se pierde la fortuna".

La FGCN apuntó que "los plazos para la realización de estas subastas son mejorables para evitar gastos y el deterioro de los bienes".