El verano es una época maravillosa para muchas personas, pues, en la mayoría de casos, llegan las ansiadas vacaciones. Sin embargo, ni esos momentos de desconexión y relax son 100% perfectos, pues los contratiempos acechan a la vuelta de la esquina y pueden aguarnos cualquier instante que parezca idílico. En esos casos hay que contar con ciertos recursos para salir de la situación. Veamos dos de ellos que nos pueden salvar ante incidentes.
El préstamo inmediato
Imagina que estás disfrutando del viaje de tus sueños, pero te has dejado llevar demasiado y llega un punto en el que tu tarjeta bancaria dice “hasta aquí”. Aún te quedan unos días de turisteo, pero también te quedan unos días para recibir tu salario. ¿Qué puedes hacer? Ni siquiera, quizás, puedas adelantar tu vuelta.
En esos casos podrías recurrir al dinero express online, una manera fácil de obtener dinero a través de un proveedor de préstamos.
La principal (y mayor) ventaja que aporta el dinero express es que se puede conseguir liquidez con mucha rapidez. Normalmente, los prestamistas suelen aportar préstamos relativamente bajos, de entre unos 50€ y 750€ aproximadamente (aunque pueden haberlos mucho mayores), para cubrir los imprevistos surgidos en el día a día, que pueden aparecer también durante las vacaciones.
El fin para el que utilizarás ese dinero es solo asunto tuyo, eso sí, dado que se supone que este tipo de préstamos funcionan tan solo como un parche, los plazos de devolución son cortos, sin superar los 30 días normalmente.
Otra buena noticia es que para pequeñas cantidades no se necesitan avales ni garantías, tan solo cumplir con un par de requisitos sencillos, como, por ejemplo, ser mayor de edad, tener ciudadanía española y contar con una cuenta bancaria en un banco del país.
Tener contratado un seguro
Pero no solo es la liquidez económica la que nos puede alterar los planes en vacaciones. Cualquier incidente relacionado con nuestra salud o nuestras propiedades nos puede amargar el verano, especialmente si no sabemos cómo afrontar los gastos que conllevará.
Por ejemplo, los seguros de accidentes te cubren ante cualquier imprevisto ocasionado durante tu actividad laboral, pero también en momentos de ocio y/o viajes. Al contratarlos tendrás confirmadas las coberturas de servicios de salud necesarios derivados del accidente, así como un ingreso mensual que garantice el bienestar familiar en caso de incapacidad para trabajar después del mismo.
Pero no solo el seguro de accidentes es el más recomendado de cara al verano. El de hogar también lo es.
Por desgracia, no son pocas las personas que estando de vacaciones reciben una llamada de sus vecinos diciéndoles que su vivienda ha sido víctima de un robo o que se encuentran esa terrible situación al volver. Está claro que el disgusto no os lo quita nadie, pero tener un seguro contratado que proteja tu hogar frente a cualquier peligro, ayudará a volver a la normalidad.
Y no solo hablemos de robos: cualquier accidente que se produzca en tu vivienda estando en ella o fuera, de vacaciones, y que afecte a la misma y a la de terceros (incendios, inundaciones…), estará cubierto con este tipo de seguros.
La contratación de los mismos no es nada complicada y si encima sabes cómo ahorrar en tu seguro, ¡mejor que mejor!
