El Concello de Caldas abordó ayer la problemática denunciada por los hosteleros de la noche respecto al descenso de la movida en una reunión a la que asistieron cuatro representantes del sector; el alcalde, Juan Manuel Rey; el inspector jefe de la Policía Local, Manuel Castro Escariz, y el oficial, Lino Conde Eirín. En ella se acercaron posturas después de la polémica suscitada hace unas semanas, cuando algunos hosteleros acusaron a la Policía de provocar el declive de sus negocios al ser demasiado estrictos con los horarios de cierre y las multas de estacionamiento a los clientes.
En este intento de unir fuerzas para revitalizar la economía del sector, se alcanzaron “pautas de colaboración” y se acordó celebrar reuniones cada dos semanas “para ver que as medidas policiais non perxudiquen ós locais, pero a lei está para respetala”, manifestó el regidor municipal.
Por su parte, los hosteleros “ofreceron melloras en temas de acústica e colaboración en asuntos de orde público para evitar molestias ós veciños”. Rey matizó que si hay “desmáns”, ellos “colaborarán” con la Policía y también “baixarán o volume da música a certa hora”.
Si los propietarios de los locales se quejaban de que los agentes eran muy estrictos y los denunciaban por cerrar cinco o diez minutos más tarde de lo estipulado, el alcalde insistió en que “non se pode falar diso, a lei é a que é”, aunque “vai haber certa tolerancia para eses cinco ou dez minutos, pero que non entre a xente fóra de horario”. Los hosteleros, apuntó, también entendieron que deben colaborar para relanzar sus negocios y “controlar os problemas que xeneran. Isto é un puzzle e as pezas encaixan de xeito forzado”.
Así, los responsables de la Policía Local aportaron datos técnicos que contradicen las quejas de los hosteleros. “Estes dous últimos anos hai moitas menos denucnias e case todas foron por iniciativa dos veciños ou dos propios competidores, que esixen o cumprimento da lei”, explicó Juan Manuel Rey.
Otros datos destacados son que los atestados policiales reflejan que los márgenes de tiempo antes de denunciar por incumplir los horarios de cierre alcanzan un mínimo de 45 minutos.
Los representantes que acudieron a la reunión de ayer, añadió el alcalde, anunciaron que están “mirando a posibilidade” de implantar un Noitebús. “Quéreno facer eles, terán que ver as obrigas e os compromisos, aínda que na Xunta hai boa vontade de concedelo”.
