POIO. Una suma de 1.500 euros en metálico y diversas joyas (muchas de ellas de oro) fue el botín de un robo registrado el pasado martes en una casa de la calle Peirao Besada, en el lugar de Lourido.
Uno de los datos más llamativos de este suceso fue que se produjo a plena luz del día y que, para perpetrar el atraco, los ladrones aprovecharon un pequeño margen de dos horas en el que los propietarios de la vivienda (la número 26) habían salido.
De hecho, los afectados creen que el autor o autores del delito pudieron estar vigilándolos con el fin de esperar a que la casa se quedara vacía. Tal y como explicó una integrante de la familia asaltada, "el robo lo cometieron entre las doce y media y las dos y media de la tarde. Mi abuela está ingresada, así que en ese lapso de tiempo fuimos a visitarla y cuando volvimos a casa, a las 14.30, ya encontramos todo revuelto. La verdad, resulta raro que entraran justo cuando no había nadie y, además, a esas horas del día; por lo que creemos que debieron de estar controlándonos para aprovechar el momento justo".
El domicilio está en uno de los márgenes de la calle Peirao Besada, una vía muy transitada que conduce a Lourido y a las playas de la zona, así que para acceder al interior los ladrones actuaron en la parte trasera de la casa, donde extrajeron una ventana de la planta baja. La retiraron con cuidado y ni siquiera llegaron a romperla.
"Dentro tampoco rompieron nada. Lo que sí hicieron fue sacar los cajones y desordenarlo todo. Se llevaron unos 1.500 euros y, a mayores, todas las joyas de mi abuela, casi todas de oro y algunas bastante antiguas", puntualizó la joven.
Se da la circunstancia de que en la vivienda hay un perro, pero esto no fue impedimento para los ladrones, que abandonaron el lugar sin dificultad.
La familia afectada presentó la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil y ahora está a la espera que de las investigaciones de las fuerzas de seguridad esclarezcan la identidad de los responsables del robo y les permitan recuperar los objetos sustraídos.
