Dos hombres, a cara descubierta, uno de ellos camuflado con unva visera, asaltaron este viernes la Joyería Sara, situada en el número 7 de la Avenida Luís González Taboada de Lalín, a plena luz del día.
Eran en torno a las 13.15 horas, con la calle llena de gente y dos dependientes en el local cuando uno de los varones asestó un golpe al cristal del escaparate para hacer un hueco por entre el que su compañero introdujo la mano para llevarse ''entre seis e oito'' relojes de oro valorados en unos 20.000 euros, según explicó uno de los dos dependientes que, desde dentro del local contempló toda la escena. ''Foi un visto e non visto. Estaba atrás, no baño , lavando unha peza cando sentín un golpe fortísimo; pensei que sería un coche que se empotrara contra a cristalera e cando me asomei xa vin aos dous ladróns. Collín un mango de ferro que tiña aquí e dirixinme á porta, pero o que tiña a maza na man, levantouna cara a min, así que me deixei estar, mentras o outro collía os reloxos todos'', relató minutos después de lo sucedido.
Lo ocurrido también fue visto por atónitos viandantes que, al igual que el tendero, comprobaron cómo ambos delincuentes escapaban corriendo por el callejón que da entrada al parking Europa. ''Marcharon correndo e deixaron tirada nas escaleiras a maza'', relató una vecina. La sospecha es que un tercero los esperaba en las proximidades para huir con la mercancía. Algunos testigos aseguraron haber desconfiado, minutos antes, de las maniobras de tres hombres que se sentaron en dichas escaleras, situadas en la parte trasera del edificio de la joyería. Hasta el lugar se desplazaron agentes e la Guardia Civil, de la Policía Local y de la Judicial para iniciar la investigación de lo sucedido. Desafortunadamente, la cámara de vigilancia del local estaba inoperativa en esos momentos, por lo que más allá de las descripciones de los testigos, no será fácil identificar a los autores.
DE NOCHE, EN UN BAR
El de Lalín no fue el único robo perpetrado ayer. El bar 'O rincón do vento', próximo a la gasolinera de Portela de Lamas, en Forcarei, fue víctima de los amigos de lo ajeno, que ''entre as 3.00 e as 4.00 horas -relató su propietario, Antonio Cortizoforzaron a porta e levaron o que había na máquina comecartos, na do tabaco, na dos dardos e o solto da caixa rexistradora''.
Por la tarde aún cuantificaba las pérdidas, entre las que lamenta también una televisión y varios aparatos eléctricos, algunos sustraidos y otros destrozados.
