Rosa Charlín, una de las cuatro personas acusadas de un delito narcotráfico cuyo juicio estaba previsto para hoy en la sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, que tiene su sede en Santiago, fue absuelta. La vilanovesa evitó la cárcel, objetivo que no logró el vilagarciano Jorge Durán, al que le fue impuesta una condena de cinco años.
Ambos, junto con Marcos Campos y Luis Varela, fueron acusados de formar parte de un grupo dedicado a surtir de droga a los camellos que venden en Santiago. Las penas solicitadas para todos ellos oscilaban entre cuatro y nueve años de prisión, y multas de 22.000 a 270.000 euros.
La vista oral no llegó a celebrarse al existir conformidad entre las partes, y la única mujer procesada, Rosa Charlín, para la que el fiscal solicitaba una pena de siete años de prisión, fue absuelta de los cargos que se le imputaban.
Los otros tres procesados, a los que se les requisaron, tanto en sus domicilios como en una nave situada en A Picaraña (A Padrón), cocaína, hachís y marihuana valorados en 100.000 euros, lograron que su condena fuese rebajada.
Para dos de ellos, Marcos Campos y Luis Varela, el Ministerio Fiscal reclamaba cuatro años de prisión y multas de 45.000 euros, que quedaron reducidas a dos años de cárcel y 21.000 euros, al haber sido contemplados los atenuantes de drogadicción y de confesión.
La petición de mayor condena, que era la que recaía en Jorge Durán, un narcotraficante reincidente para el que el fiscal reclamaba nueve años de prisión y una multa de 270.000 euros, que también fue rebajada, quedó en cinco años de cárcel y una multa que asciende a 100.000 euros.
La operación que condujo a la detención de Jorge Durán y su compañera sentimental, Rosa Charlín, sobrina de Manuel Charlín, el patriarca del clan de Vilanova, fue realizada en junio del año 2013.
El arresto de ambos se enmarcó en la segunda fase de una operación contra la venta de droga procedente de O Salnés a camellos de Santiago. Anteriormente ya había caído un arousano vinculado a una cadena de mueblerías de Vilagarcía que, presuntamente, alquiló una nave en A Picaraña (Padrón) a otro de los imputados.
La pareja reside en una urbanización en las afueras de Vilagarcía, donde varias viviendas, incluida la de Durán, poseen modernos sistemas de seguridad con cámaras de vigilancia, de ahí que la Policía decidiese detenerlos fuera de ella y no arriesgarse a que la pareja tuviese la oportunidad de deshacerse de la droga.
En el registro realizado entonces, los policías encontraron cuatro kilos de cocaína y unos doce de hachís ocultos en un falso techo, así como unos 15.000 euros en efectivo, una parte importante en billetes de 500, material para la preparación de la droga y varios teléfonos móviles.
