San Miguel recupera su mano tras el accidente del domingo

El altar con la imagen de San Miguel en el Templo Antiguo. álvaro agulla
photo_camera El altar con la imagen de San Miguel en el Templo Antiguo. álvaro agulla

MARÍN. Muy pocas personas tuvieron ocasión de ver a San Miguel sin su mano derecha y la espada que sujeta tras el percance sufrido el pasado domingo a su entrada en el Templo Antiguo de Marín después de la procesión y la Danza de Espadas con la que se honra al santo cada 29 de septiembre.

El Padroado de Mareantes realizó hoy la reposición de la parte que resultó dañada en el accidente en una operación «bastante sencilla», como la calificó su presidente, Carlos Martínez Arias. En los trabajos participaron una restauradora y un carpintero.

«La rotura era limpia, por lo que no era demasiado complicada la reposición de la mano. Ahora queda por rematar la tarea de restauración de la policromía, que se hará en breve, aunque prácticamente no se notan los efectos del accidente», añadió Martínez Arias.

De este modo, los asistentes a la misa en honor a los Santos Ángeles Custodios, patrón de la Policía Nacional, celebrada hoy en el Templo Antiguo, se encontraron con la imagen de San Miguel en perfectas condiciones. Algunos incluso se sorprendieron, después de haberse enterado por la prensa del percance del domingo.

Un descuido

El accidente se produjo cuando ya terminaban los actos en honor a San Miguel. Todo fue bien hasta que, al recoger la imagen en el Templo Antiguo, un desafortunado choque contra la arcada interior de la iglesia provocó la rotura de la mano que sostiene la espada del patrón.

Los hechos ocurrieron cuando los portadores de la figura la introducían en el interior del Templo Antiguo. En ese momento, y pese al cuidado y delicadeza con que se hizo, la mala suerte provocó que la espada de la talla chocase con la arcada de piedra de la entrada y que la mano que la sostiene se rompiese.

El propio presidente del Padroado de Mareantes marinense, entidad que vela por la conservación de los actos en honor a San Miguel, Carlos Martínez, restaba trascendencia el pasado lunes al percance. «La rotura de la mano se produjo por una zona en que se unen varias piezas de la misma, como si se descolase», explicó en referencia a que el efecto es como si se hubiese despegado la cola que unía dos partes de la mano del santo.

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