El próximo martes se cumplirá un año de la dimisión de Roberto Carlos Agís como miembro del ya extinto cuatripartito de Sanxenxo. Fue en el Pleno ordinario del 4 de abril cuando, en el turno de ruegos y preguntas, confirmó que dejaba de formar parte del Gobierno local. La polémica en torno al aplazamiento de la celebración de la Festa da Raia y el incumplimiento de algunas de sus propuestas (especialmente diferentes auditorías) le alejaron de sus antiguos compañeros. Tanto que, doce meses después, se ha convertido en un aliado inquebrantable del Partido Popular.
Las cifras, las actas plenarias y las hemerotecas nunca mienten. El ahora tripartito ha visto cómo su antiguo miembro no ha dudado en hacer frente común con el PP no solo para echar abajo la gran mayoría de las propuestas de gran calado impulsadas por el equipo de Gobierno dirigido por Gonzalo Pita, sino que tampoco ha dudado en dar su respaldo a más de media docena de mociones formuladas por los populares en los siete plenos que se han celebrado desde su paso a la oposición.
El primer frente común entre Agís Balboa y el Partido Popular se produjo en mayo de 2016, cuando tumbaron el Presupuesto
No hubo que esperar demasiado para ver la primera pinza. Sucedió en mayo de 2016. El tripartito tuvo que aprobar la partida orzamentaria en Xunta de Goberno, tras ver cómo Agís y el PP tumbaban el documento. Dicha fórmula, por cierto, no podrá ser repetida por el Gobierno local este año, por lo que, si quiere que en 2017 haya un nuevo Presupuesto, tendrá que convencer a la oposición con su propuesta.
En esa misma sesión, el voto del edil no adscrito también resultó clave para aprobar dos mociones presentadas por el PP, una sobre la necesidad de incluir a miembros de la oposición en el consejo de administración de Nauta Sanxenxo y otra sobre una rebaja del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).
La historia se repetió, aunque de forma menos dramática, en agosto. En plena temporada estival, con la polémica en torno a los problemas generados durante la movida nocturna en su cénit, Roberto Carlos Agís se unió a los populares para exigir al tripartito que tomase medidas para garantizar la seguridad ciudadana. Un gesto que, aunque podría haber sido solo de cara a la galería, dejaba claro que lo sucedido en mayo no había sido casualidad.
IBI. El IBI volvió a convertirse en caballo de batalla en otoño. Especialmente tenso resultó el Pleno extraordinario de octubre, convocado para actualizar varias tasas municipales. La oposición volvió a unirse para forzar al Gobierno local a rebajar el impuesto en un 10%, pasando de 0,48 a 0,44 (la propuesta de Pita era 0,46). Fue a partir de entonces cuando el edil de Facenda, David Otero, acusó a Agís de ser "o noveno concelleiro do PP".
La alianza entre populares y Agís siguió consolidándose en noviembre, cuando ambos apoyaron una moción, ideada por el PP, para exigir la negociación del convenio colectivo del personal del Concello. El Gobierno local no votó en contra, sino que se abstuvo, ya que tenía previsto iniciar las conversaciones una vez finalizado el estudio contratado para analizar la situación del organigrama municipal. La tónica no cambió con la llegada de 2017, tal y como se demostró el pasado lunes.
