La persona fallecida que apareció el martes en el interior de un Mercedes en una pista forestal de Lago de Castiñeiras, en Vilaboa, era el vecino de Cangas originario de Marín Víctor Manuel M. G., de 46 años de edad, cuya desaparición había sido denunciada hace una semana.
Aunque inicialmente se pensó que toda la investigación sobre las circunstancias que rodean esta muerte se vería retrasada por el mal estado en el que estaba el cuerpo del cangués cuando fue hallado, al final, la tarea de identificación se completó antes de que se cumpliesen 48 horas del levantamiento del cadáver. Los procedimientos empleados en el IMELGA han permitido obtener impresiones dactilares de la persona fallecida que se han empleado en un proceso simple de cotejo de las huellas del DNI de Víctor Manuel.
En la primera fase del proceso de trabajo del Anatómico Forense ha habido suerte, pero en la segunda, encaminada a determinar las posibles causas del fallecimiento, la tarea no parece sencilla.
En este caso sí ha podido influir el mal estado que presentaba el cuerpo cuando fue encontrado, lo que podría complicar la obtención de resultados fiables en algunas pruebas. De hecho, es posible que el procedimiento obligue, en este caso, a remitir muestras a otros servicios anatómicos y laboratorios para obtener todos los datos necesarios. De este modo se pervé que el procedimiento se alargue en el tiempo. Las mismas fuentes han indicado que, en principio, no hay indicios de que esta haya sido una muerte violenta.
Se confirma la identidad del fallecido en Lago de Castiñeiras de Vilaboa
A pesar del mal estado del cuerpo, se han obtenido impresiones dactilares para cotejarlas con las del DNI del desaparecido
