Se registra el tercer robo en tanatorios del Umia y O Salnés en la misma semana

El tanatorio de Valga, uno de los afectados por los robos. j. cervera
photo_camera El tanatorio de Valga, uno de los afectados por los robos. j. cervera

VALGA. Los robos temáticos parecen estar de moda. Si hace unos días se habló de robos en iglesias en la comarca de Pontevedra, o de sustracción de tapas metálicas de alcantarilla, en la zona de O Salnés y Umia lo que está en boga son los asaltos nocturnos con fuerza a los tanatorios.

Así, ayer se iniciaron las investigaciones policiales por dos nuevas denuncias de robos en tanatorios de los municipios de Valga y Catoira, que se sumaban al descubierto el pasado miércoles en el velatorio de Cambados.

Las nuevas denuncias sobre robos delatan hechos muy parecidos. En el caso de Valga y Catoira, los denunciantes sostienen que, en algún momento de la noche, en la que las salas velatorias se encontraban cerradas, los asaltantes aprovecharon para entrar en las instalaciones forzándolas.

En el tanatorio de Valga habrían atacado a través de la puerta principal, que fue forzada. Los ladrones, una vez, dentro, tras romper la alarma para evitar ser descubiertos, habrían atacado la recaudación de la máquina expendedora de alimentos que hay en las instalaciones, también forzando la caja fuerte.

En el caso de Catoira, la instalación elegida fue la sala velatoria del Paseo Mirador da Ría. También para entrar los ladrones precisaron forzar las instalaciones, destrozando una ventana lateral del mismo.

El botín, además, fue distinto aunque la parte más sustanciosa de los más de 400 euros que se llevaron provenía, del mismo modo, de la caja de caudales de la máquina de ‘vending’ en la que los usuarios de la sala pueden retirar refrescos y algunos alimentos y de la otra máquina expendedora de cafés que hay en las instalaciones. En el tanatorio de Catoira, además, faltó un portátil de pequeñas dimensiones que había en una de las oficinas.

El robo se suma al del Tanatorio de O Salnés registrado en la madrugada del día 29 y que, como saldo, tuvo daños materiales y la sustracción de material informático, diversos objetos de oficina y una cantidad económica que no ha sido precisada. Los tres sucesos se desarrollaron de un modo muy parecido.

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