El Concello de Silleda no dejó en 2012 ninguna factura en el cajón. Por primera vez en 25 años -afirmación que atestiguó el tesorero municipal-, la Administración local cerró el ejercicio económico sin ninguna deuda contraída con proveedores durante el año pasado. Ésta es una de las principales conclusiones del balance económico de 2012, que ayer presentó la alcaldesa y responsable de Facenda, Paula Fernández Pena.
El positivo resultado fue posible a pesar de que el Concello tuvo que hacer frente al abono de créditos que ya estaban concertados y al pago de varias sentencias condenatorias contra la gestión de gobiernos anteriores, además de a la devolución de 100.637 euros de la Participación de Ingresos del Estado (PIE) correspondientes a los años 2008 y 2009. En cuanto a la amortización de créditos, la Administración silledense desembolsó 209.478 euros cantidad que, sumada a la operación de tesorería del antiguo BCL (hoy BBVA) arroja una cantidad total amortizada de 269.478 euros.
