"Me sorprendí cuando vi el puesto 51º en el periódico al día siguiente"

Simón González Río, atleta de Burela ► Este joven burelés fue el tercer español en el maratón de Nueva York (puesto 51º) en una prueba que reunió a más de 50.000 personas. No tiene entrenador, corre solo, sin música, y quiere completar los seis grandes: tras Nueva York y Berlín, Chicago, Boston, Londres y Tokio
Simón González muerde su medalla
photo_camera Simón González muerde su medalla

La timidez se posa con delicadeza en la personalidad de Simón González Río (Burela, 1986). La conversación transcurre entre la reflexión y la felicidad que esboza el rostro de un hombre que ha conquistado un trozo de Nueva York. Su puesto, 51º, y su marca, de dos horas y 35 minutos, en la meca de las maratones, dejan ver en el horizonte a un gran fondista que solo busca diversión.

¿Cómo calificaría su experiencia en Nueva York?

Como un sueño cumplido. El recorrido es muy duro, pero es la prueba que todo corredor aficionado quiere hacer algún día. Acabé satisfecho por mejorar el tiempo de Berlín pero también por la cantidad de público que te anima, los voluntarios, como te recibe el director de carrera cuando cruzas la línea de meta...

¿Sabía en qué posición ibas más o menos durante la carrera?

Sabía que iba delante, porque me puse detrás de los elite y había pocos corredores a mi lado, pero cuando entré en meta pensaba estar entre los doscientos primeros y no supe la posición hasta el día siguiente, viendo el periódico, y me sorprendí.

¿Cómo fue su preparación para una competición tan exigente?

Entreno seis días a la semana, descanso los viernes, y lo habitual es entrenar dos días de series de velocidad, un día de bastante kilometraje y tres días de rodaje, sobre unos 90 o 100 kilómetros a la semana, que parece que son pocos para hacer 2:35 en una maratón.

¿Pocos?

Sí. Yo sigo más lo que hacen keniatas o etíopes, y no los españoles o europeos, con una carga de kilómetros más elevada. Los africanos hacen menos kilómetros pero a ritmos más altos.

¿Y ahora qué?

Pues no lo sé. Me gustaría participar en alguna carrera en pista, a partir de los 5.000 metros, y participar en alguna otra maratón, pero depende de muchos factores, como el económico.

¿Qué maratón tiene en mente para 2016?

Todavía ninguna, pero ahora me apetece completar las seis grandes, que además de Nueva York y Berlín son Chicago, Boston, Londres y Tokio.

¿Se ve muchos años en el atletismo a nivel amateur?

Sí, es una afición que me gusta, y mientras me lo siga pasando bien entrenando y compitiendo lo seguiré haciendo, mejore o no.

¿Y cuál es su límite?

Pues no lo sé, algo siempre se puede mejorar. Igual con la ayuda de un entrenador, porque uno por mucho que se informe o lea, está claro que rodearse de profesionales y de los que saben es lo mejor, y estaría muy bien.

"El primer día que corrí fue en Barcelona, estando en casa de mis tíos; fueron 30 minutos y tuve agujetas una semana"






¿No está tentado de pasar a las carreras de montaña?

No, prefiero el asfalto.

¿Nota usted ese boom del atletismo también  en A Mariña?

Sí, ahora se ve a mucha gente corriendo por el paseo de A Marosa y en las competiciones. No se ve tanta afluencia como puede haber en las Rías Baixas o en ciudades, pero las pruebas que hay por aquí, en las que he participado en casi todas, están muy bien organizadas y con mucho cariño.

Todo sería más fácil con algún patrocinador, ¿no?

Estaría bien poder tener ayudas económicas o de algún tipo, pero yo no las busco, esto es una afición o no me lo planteo.

¿Entrena solo o en grupo?

Siempre solo. Lo primero porque es difícil conciliar horarios y a mí me gusta correr muy pronto por la mañana, y además prefiero ir solo porque así voy pensando en mis cosas y sigo mi plan de entrenamientos.

¿Cuál ha sido el entrenamiento más duro que ha hecho?

Ahora, en la preparación para la maratón de Nueva York, hice varios de 32 kilómetros haciendo los últimos kilómetros a ritmo de 3 minutos y 40 segundos por kilómetros. Esos entrenamientos, cuando salen, te dan confianza y te reconfortan.

¿Y todo empezó hace tres años?

Sí, porque antes había jugado al fútbol hasta los 14 años y a veces quedaba con los amigos para jugar al tenis o echar alguna pachanga al fútbol sala. Un día jugando uno de esos partidillos me di cuenta que tras dos o tres carreras estaba cansadísimo, no aguantaba nada, era un enclenque y dije, hay que hacer algo, y empecé a correr.


¿Recuerda el primer día?

Sí, fue en Barcelona, estaba en casa de mis tios y salí a correr media hora. En ese momento no pensaba ni en ritmo, ni tenía reloj, ni sabía que había tantas carreras. Luego tuve una semana de agujetas.

Y luego, poco a poco...

Sí, empecé a salir varios días a la semana, un día sí y uno no, paseos suaves, a trote. Un día vi un cartel de una carrera que era una milla y me gustó, pero me supo a poco, era estresante.

Más tarde vinieron las pruebas más largas.

Fue todo un proceso, sí. Empiezas a participar en carreras, vas leyendo cosas, planes de entrenamiento, sobre nutrición, que yo cambié el modo de alimentarme, lei libros de fisiología de entrenamiento...

La de Nueva York fue su cuarta maratón.

Sí, hice la de A Coruña, con muy poca preparación, lo cual no recomiendo a nadie, luego Hannover y Berlín. Me gusta aprovechar para hacer turismo.

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