Sin estrenar y ya se cae a pedazos

No es ningún secreto que las cosas no solo se hacen viejas por el uso, sino también por todo lo contrario, sobre todo cuando a esto se une la falta de mantenimiento. Es el caso del centro de día para personas mayores de Cuntis, que lleva casi tres años construido -ya estaba en pie en el verano de 2009- y cuya apertura, pese a las promesas de las distintas administraciones, no promete suceder a corto plazo. A los problemas logísticos que sufre por la falta de electricidad (es necesario construir un transformador), de servicio de saneamiento y de accesos definitivos, se suman las deficiencias que presenta tanto el edificio en sí como su entorno, agravadas por la acción de los gamberros y el paso del tiempo.

Así, un vistazo a su exterior, por donde el vallado de madera cerrado con un candado permite la visita, evidencia la situación. Una de las puertas de un lateral tiene el cristal totalmente destrozado, mientras que de la propia valla cuelgan cables sueltos cuyo estado deja lugar a dudas sobre si se trata de un acto vandálico o si se debe a la ausencia de transformador para enganchar la corriente.

(Más información y fotografías en nuestra edición impresa del 15 de enero).

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