Sobrevive a una caída de 300 metros

Sin duda la historia de Christopher Brewer es especial por dos razones. La primera, por lo espectacular de su accidente, ya que practicando el salto de puente desde una altura de 300 metros, su paracaídas no se abrió. La segunda, porque tras su impacto contra el agua ninguno de los asistentes al Día del Puente de New River George podía imaginar que sobreviviría. Pero así fue. Impactó con un río de escaso caudal cuando descendía a una velocidad de entre 100 y 130 kilómetros por horas. Al recogerlo, según relata el Daily Mail, estaba consciente. Brewer se ha roto la cadera, ha sufrido una contusión en un pulmón y padece una lesión, de gravedad todavía por determinar, en la columna. Cabe destacar que sobrevivió gracias a su traje, que tiene un diseño especial que le permitió planear ligeramente y amortiguar el impacto.


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