Solicitan más vigilancia en el puerto de Combarro para el Nuevo Marcos

Una semana después de su trágico hundimiento, en el que perdieron la vida tres marineros de Campelo, el Nuevo Marcos continúa dando de qué hablar. El pesquero, que fue reflotado y trasladado al puerto de Combarro el pasado fin de semana, sigue atrayendo a numerosos curiosos, algunos de los cuales no se limitan exclusivamente a realizar fotografías. Así lo advirtió el martes el patrón mayor de Raxó, Iago Tomé, que entiende que podría ser necesario reforzar la seguridad alrededor de la embarcación, a fin de evitar que alguien pueda acceder a su interior.

A pesar de que el barco fue precintado por la Policía Local de Poio y de que parte del mismo fue tapado con una lona, el máximo responsable del pósito poiense aseguró este martes "alguén a retirou e volveu a deixar ao descuberto a proa". En este sentido, Tomé no oculta su preocupación por la facilidad con la que cualquiera se puede acercar más de la cuenta al malogrado pesquero. "No interior aínda hai obxectos de valor que non se retiraron e calquera podería roubalos. Nós non podemos estar 24 horas vixiando para que iso non ocorra e tampouco podemos facer moito máis, porque é un espazo aberto ao público", explica Iago Tomé, que también recalca que tanto la Policía Local como la Guardia Civil se han dejado ver en varias ocasiones por las instalaciones del puerto de Combarro, sin que eso haya disuadido a los curiosos.

Algunos marineros de la propia parroquia compartían el martes estas impresiones y advierten de que "a embarcación atópase en moi mal estado", por lo que "non é aconsellable que a xente se achegue a ela e, moito menos, que a toquen ou que anden a quitar a lona sen permiso".

reubicación. Por otro lado, el patrón mayor del pósito de Raxó apuntó la posibilidad de que el pesquero sanxenxino sea trasladado a otra ubicación, dentro de la propia dársena, para no entorpecer las labores de otras embarcaciones marineras. "Gustaríanos que desaparecera de aquí canto antes, pero hai que ter en conta que hai unha investigación en marcha e iso non e pode facer dun día para outro", indició, a la vez que apuntó que "aínda así, poderíase mover para non ocupar o espazo que precisen outros compañeiros do sector".

Con respecto a los trabajos de desguace, Tomé calcula que "non deberían levar máis de dous días". Además, apuntó que, para eso, la embarcación deberá ser tumbada sobre un costado, a fin de garantizar la seguridad de los operarios que lleven a cabo esta tarea. El sector todavía desconoce cuándo se podrá destruir la embarcación.

"De momento hai que agardar a que Capitanía Marítima dea o visto bo. Seguramente aínda haberá que agardar algún tempo, aínda que, se fose por nós, fariámolo agora mesmo", indicó Tomé.

Mientras tanto, el pesquero continúa siendo objetivo de numerosos ‘flashes’.