SIN PERDER LA sonrisa, Telmo Martín hace balance de su etapa en la oposición, del pacto con SAL y del futuro.
Apenas lleva unos días ejerciendo como alcalde. ¿Qué es lo que más le ha llamado la atención?
Cuando el jueves por la mañana entré en las oficinas me sentí como si no hubiese abandonado nunca el Ayuntamiento. Me siento muy a gusto. Curiosamente, este Consistorio se inauguró pocos días antes de que me fuese a Pontevedra. Podría decirse que lo estoy estrenando ahora (ríe).
Entre el anuncio oficial que hicieron usted y Pita de la firma del pacto y su investidura como alcalde pasaron varios días, en los que el PP se mantuvo en un segundo plano. ¿A qué se debió ese silencio?
Fue por experiencia. Cuando hay se vive una situación de esta envergadura hay que apartarse del ruido y centrarse en el objetivo, que era conseguir la Alcaldía para poder prestar servicio a los vecinos de Sanxenxo.
¿Y nunca sintió deseos de dar respuesta a ese ruido? ¿Ni siquiera cuando desde otros partidos se tildaba al acuerdo con SAL de pelotazo á democracia, fraude o automoción de censura"?
No tuve que contenerme, en absoluto. Ese es el precio que hay que pagar por estar en política. A mí ese tipo de situaciones lo único que hacen es motivarme para conseguir las metas que me marco. En el año 2015 el objetivo era lograr la Alcaldía, pero no pudo ser porque hubo otro pacto. Ahora, dos años más tarde, lo hemos logrado.
También arreciaron las críticas hacia Gonzalo Pita.
Hay que valorar que se quede. Fui yo el que tuvo que animarle a que continuase. La valentía que tuvo para quedarse y sacar proyectos adelante, a pesar de todo lo que se está diciendo sobre él, merece ser destacado. Solo los cobardes son los que se van a su casa sin cumplir con sus promesas. Él no busca quedar bien, tiene valores y la experiencia que le otorgan dos años como alcalde y cuatro en la oposición. Con el tiempo, creo que se le reconocerá. Además, al no marcharse impidió que se produjese una situación muy complicada, ya que seguramente hubiese sido muy difícil que se mantuviese el Gobierno en minoría y tampoco hubiese resultado sencillo alcanzar este acuerdo.
"Valoro que (Pita) se quede, solo los cobardes se marchan a su casa sin cumplir con sus promesas"
¿Qué fue lo primero que pensó cuando sus ahora socios le transmitieron su predisposición a negociar un acuerdo para gobernar Sanxenxo?
Durante estos dos años creo que hicimos un buen trabajo desde la oposición, siempre buscando ser constructivos. Nos ofrecimos en varias ocasiones a colaborar, por ejemplo, en el desarrollo del parque empresarial, porque temíamos que algunos proyectos importantes para Sanxenxo se iban a quedar atrás. Pero soy consciente de que es muy difícil dirigir un equipo formado por cuatro partidos distintos, por eso comprendo la decisión de Gonzalo. Fui alcalde y sé que este pueblo puede dar mucho de sí, no podemos desaprovechar las oportunidades que tenemos.
Pero durante estos dos años ha habido muchos ataques y cruces de acusaciones. ¿Cómo se recupera la confianza en alguien que ha sido su rival durante este tiempo?
Es cierto que hubo capítulos así, pero es que la labor de la oposición es esa: intentar ser constructiva, pero sin dejar de lado la fiscalización de la gestión del Gobierno. Cuando hay que ser duro no queda más remedio. Se lo expliqué a Gonzalo en muchas ocasiones durante los últimos meses. Pero llegar a un acuerdo no supuso ningún problema, porque tanto el PP como SAL tienen como meta trabajar en beneficio de los vecinos y esa premisa es fundamental. Por eso en la investidura hablé de humildad, lealtad y mucho trabajo. Este Gobierno se basará en estos pilares.
"Trabajábamos desde la oposición pensando en 2019, pero si quien gobierna comete errores, facilita las cosas"
Después de recuperar el bastón de mando reconoció que tuvo que animar a algún compañero tras las elecciones de 2015. "Esto es una carrera de fondo", llegó a decir. ¿No le asaltaron las dudas a usted en ningún momento?
Ninguna duda. Mi trayectoria política empezó en serio aquí en 1999. Desde entonces hasta hoy he sabido tener aguante, he servido a los ciudadanos tanto en la Alcaldía como siendo diputado. Y estando en la oposición también se pueden hacer cosas, como demostramos tanto en Pontevedra como aquí. Hemos tirado de temple, aguante y determinación para lograr los objetivos. Yo tenía mucha ilusión en volver a ser alcalde aquí y nunca perdí esa esperanza.
Pero hubo rumores sobre su posible renuncia tras el pacto del cuatripartito.
Se dijeron muchas cosas, pero yo tenía claro que había que seguir. Trabajábamos de cara a 2019, pero si los que gobiernan cometen errores, obviamente te facilitan las cosas.
Llama mucho la atención que tres concelleiros vayan a trabajar sin sueldo.
Hay que dar ejemplo y dejar claro que aquí no se viene a ganar una nómina sin más. Alfonso Rea está jubilado y tanto Juan Antonio Deza como Rafa Domínguez son funcionarios públicos, por lo que no van a poder dedicar el mismo tiempo al Concello como otros compañeros, aunque bien es cierto que ahora en verano todos vamos a tener que hacer un esfuerzo para tener todo a punto. Se lo comenté y están encantados de poder ayudar y transmitir esa imagen de vocación de servicio público.
En 1999, tras llegar a la Alcaldía, realizaron una modificación presupuestaria para realizar varias actuaciones urgentes de cara a la puesta a punto de las playas, además de otras actuaciones. ¿Será necesario repetir algo así?
Vamos a hacer lo necesario para que turistas y vecinos noten una mejora inmediata. Queremos que todos estén en Sanxenxo como si estuviesen en el jardín de su casa. Hay dos prioridades: zanjar el turismo de borrachera y tener las playas en perfecto estado. Sea en el rural o en los núcleos urbanos todo tiene que estar perfecto, no vamos a aspirar a menos. Este primer verano no podremos conseguir todo al 100%, pero habrá cambios sustanciales de cara a las próximas temporadas estivales.
"Las prioridades inmediatas son acabar con el turismo de borrachera y tener las playas en buen estado"
De hecho, ya ha habido un cambio importante: que el alcalde asuma Seguridade Cidadá no es lo habitual.
En alguna ocasión reté a Gonzalo, durante su etapa en la Alcaldía, a que gestionase él directamente esta tarea, porque llevábamos dos veranos y dos Semanas Santas padeciendo muchos problemas. Él me reconoció que era un tema que le preocupaba. Asumir las competencias de la Policía Local es mandar un mensaje a todos para que sepan que vamos a acabar con cualquier tipo de problema.
Uno de los puntos estrella del pacto con SAL es la puesta a punto del polígono de Nantes. ¿Sigue pensando que puede ser una realidad en un plazo de tres meses?
Sí, pero en verano vamos a centrarnos en la seguridad y en los servicios. El polígono es un tema delicado, pero hemos hablado con los propietarios y entienden la situación. Entre septiembre y diciembre estarán en marcha las instalaciones.
El acuerdo, en cambio, no hace mención a la situación de Luis Rocafort.
Vamos a intentar corregir algunos aspectos en los que incide la plataforma vecinal. Vamos a solicitar una reunión con la presidenta de la Deputación (Carmela Silva) para tratar este asunto. Confiamos en alcanzar un acuerdo. Pero no vamos a modificar nada de la obra mientras no hable con la presidenta.
Pero no con el vicepresidente ni con Uxío Benítez entonces.
Será ella quien decida, pero yo creo que es a quien debo dirigirme. A fin de cuentas, es la presidenta de todos los alcaldes de la provincia de Pontevedra.
Me entristece que (Vanessa Rodríguez) no se uniese al pacto, sería mejor gobernar con doce que con once"
Qué opina sobre que Vanessa Rodríguez argumente su rechazo al acuerdo basándose en que no quiere que usted gobierne?
No sabía que dijo eso, creía que no estaba de acuerdo con negociar con el Partido Popular.
Pues dejó bien claro que no quiere que Telmo Martín vuelva a dirigir el Concello como antes.
Me entristece oír eso. Vanessa es una persona a la que valoro, creo que ha hecho un buen trabajo aquí. Pudo cometer errores, pero es alguien que acaba de empezar en política y todos hemos pasado por eso. Es una concelleira aprovechable y muy válida. En todo caso, respeto su opinión. Además, es un tema que deben resolver los compañeros de SAL. Para mí sería mejor gobernar con once que con doce, pero la decisión depende de ella.
¿Pero va a ser usted el mismo alcalde que el que se fue en 2006?
Ojalá. Sinceramente, creo que no hay nada de lo que hiciese durante esa etapa de lo que me tenga que olvidar. Hicimos una gran labor los que formábamos aquel equipo. Lo que sucede es que se generan comentarios que van calando y se me acusa de muchas cosas, pero tengo la conciencia muy tranquila y creo que podremos mejorar lo logrado entonces. Teniendo en cuenta, eso sí, que ahora, de momento, solo serán dos años.
Los comentarios sobre sentencias judiciales o la legalización del edificio del Paseo de Silgar, ¿forman parte de ese tipo de ataques?
Ya me esperaba todo eso. Insisto, tengo la conciencia muy tranquilo. En este mandato no se va a cometer ninguna ilegalidad ni nada que carezca de ética.
