Todos a ritmo de jazz, funk y blues

Apenas eran las siete de la tarde de ayer cuando los sonidos de trompeta, piano y batería, entre otros, se empezaban a escuchar desde las calles colindantes a la Praza da Ferrería.

Unos metros más adelante, la gente ya se empezaba a agolparse frente al escenario montado en el centro del lugar para no quedarse sin sitio y de paso disfrutar de algunas de las composiciones improvisadas que iban a sonar a partir de las 22.30 horas de la mano del trío formado por John Medeski, Chris Wood y Billi Martin, protagonistas de la tercera jornada de conciertos enmarcados en la XIX edición del Festival Internacional de Jazz & Blues.

Aunque no fueron los únicos en subirse al escenario, sí que fueron los primeros en llegar para preparar y afinar sus instrumentos y comprobar que todo estaba apunto antes de la actuación. ''Es la primera vez que estoy en Pontevedra, pero ya había oído hablar de este festival. El saxofonista Bill Evans había estado aquí con anterioridad y me había contado su experiencia'', aseguró el batería Billy Martin, que antes de unirse a sus compañeros aprovechó para hacer unas declaraciones.

Precisamente, ese músico que le alertó de la existencia de esta cita musical en la ciudad del Lérez también fue uno de los protagonistas de la noche junto al trompetista Randy Bracker con el que forma el grupo 'Soulbop'.

Por su parte, Billy Martin explicó que Wood, Medeski y él se habían unido por primera vez para este evento, pues cada uno tiene su carrera de forma independiente. No obstante ''no descarto grabar un álbum con ellos, porque el equilibrio y la armonia que conseguimos es perfecta'', confirmó sonriendo el músico, que aseguró estar muy contento de que hayan contado con ellos para ofrecer un concierto aquí.

Si se le pregunta por hecho que le hizo unirse al jazz a tiempo completo, pues lleva tocando desde hace 36 años, el batería no tiene una respuesta concreta. ''Desde pequeño me he dejado llevar por la música. Por todo tipo de música. Me encantan todos los géneros, no solo el jazz, pero este estilo es el que me ha hecho estar hoy aquí y mañana en la otra punta del mundo, por ejemplo'', confiesa.

''No obstante, el jazz me encanta porque se crea de forma espontánea y eso me ayuda a expresarme y comunicarme mejor con la gente y el público que nos escucha'', continúa.

En cuanto al resultado de su fusión, este trío aglutina una inclasificable mezcla de jazz, funk y ‘avant-noise’ y, en menor medida, de otras corrientes musicales. A este respecto, Billy Martin confirma que para esto ha sido necesario esa admiración e inclinación por otros estilos rítmicos. ''Para no aburrir y poder ofrecer cosas nuevas es necesario conocer lo que existe en el mercado. Ni el rock lo es todo, ni tampoco el jazz''.

Al igual que otros artistas que han pasado por Pontevedra a lo largo de la semana, el integrante de esta banda casual confirma que la improvisación en una de las claves que hay que controlar para ofrecer un buen concierto, pero no la única. ''En este caso, nosotros hemos sido capaces de crear nuestro propio lenguaje a través del teclado, del bajo y de la batería y de conseguir que distintos ritmos se conviertan en uno solo e inigualable'', dice Billy, quien destaca que sus referentes pueden estar enmarcados entre dos extremos como Buck Clayton a Bob Marley.

Espectacularidad

La libertad ante los teclados de John Medeski, considerado uno de los tres mejores teclistas del mundo, las cargas de profundidad al bajo de Chris Wood y los ritmos bailables de Martin se conjugaron anoche con la virtuosa trompeta de Randy Brecker y el saxofón de Bill Evans, que aprovecharon para interpretar algunos de sus temas más conocidos.

La gente, que acabó abarrotando la Praza da Ferrería, no se pudo resistir a este resultado de música ''totalmente abierta'', como describe John Medeski.

A pesar de que una gran parte de las personas que asisteron al concierto no pudieron conseguir una silla, eso no importó en absoluto, pues lo único que les apetecía a la mayoría era moverse y aplaudir para responder a los músicos con la misma energía que ellos estaban echando en el escenario.

Mayores y pequeños, aprovechando que comenzaba el fin de semana, no quisieron perderse esta actuación, que desde que se anunció hace semanas, era una de las más esperadas.

Los que tampoco perdieron la oportunidad de conseguir más adeptos a este tipo de música son los Chivinjazz Street Band, que desde las 13.00 horas recorrieron las principales calles de la ciudad para animar a todos los viandantes que realizaban sus compras, tomaban algo o, simplemente, estaban dado un paseo.

Este pasarrúas tan especial también saldrá a la calle hoy para despedirse por este año de su participación en el festival internacional. (De 13.00 a 14.00 y de 20.00 a 21.00 horas).

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