Peñas arranca con toneladas de basura y dos intoxicaciones etílicas

El exceso de alcohol entre jóvenes de entre 13 y 17 años provocó dos hospitalizaciones

El primer fin de semana de Peñas, que marca el inicio oficioso de las fiestas de A Peregrina (con una semana de antelación) volvió a convertir la zona monumental de Pontevedra en el epicentro de la movida juvenil de toda Galicia. El comportamiento de los adolescentes fue, por norma general, correcto, si se obvia una cuestión importante que cada año levanta una gran polvareda: las toneladas de basura que dejaron tras de sí en las principales calles y plazas del citado casco viejo de la Boa Vila y que serán cuantificadas en la mañana de hoy, cuando comparezca la concejala responsable, Carmen da Silva.

Fuentes de la Policía Local de Pontevedra explicaron que la fiesta congregó a "mucha gente, como suele ser habitual". Los agentes del cuerpo municipal, que permanecieron desplegados por toda la ciudad durante la tarde y hasta bien entrada la madrugada, incidieron en que los asistentes a esta jornada festiva "son cada vez más jóvenes. La media de edad que calculamos oscila entre los 14 y los 17 años".

En cuanto a las incidencias de la tarde del sábado y la madrugada del domingo (las de esta noche aún estaban por cuantificar al cierre de esta edición), el cuerpo policial dependiente del Concello detectó a dos jóvenes con sendas intoxicaciones etílicas (que tuvieron que ser trasladadas a centros sanitarios) y tuvo que resolver una caída de un adulto que también se hallaba en estado de embriaguez.

Paralelamente, los funcionarios de la Jefatura permanecieron alerta para que los conductores no se atreviesen a coger el volante bajo los efectos del alcohol. Para ello establecieron controles en varios puntos, cazando a varios de ellos.

QUEJAS VECINALES. El apartado más negativo de la celebración, que incluye el permiso del consumo de alcohol en la vía pública, es el mal estado en el que, desde primera hora de la tarde del sábado, se encontraron las plazas y las calles del centro. Ya no solo era la basura, sino los restos de bebidas impregnadas en el suelo. "Te pegabas al caminar. Eso no puede ser", declararon varios testigos, incluso muchos de los que participaban de la fiesta.

La empresa Ferrovial, concesionaria del servicio de limpieza, tuvo trabajo de madrugada.

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