LALÍN. Los acreedores del único hotel de cuatro estrellas que está actualmente en funcionamiento en la comarca de Deza (a la espera de que reabra el de Silleda), Torre do Deza, situado en el polígono industrial Lalín 2000, están convocados mañana, a las 10 horas, a una junta en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra.
La sociedad propietaria del complejo hotelero, Tanemex S.L., que conforman una veintena de empresarios, había solicitado el concurso voluntario de acreedores el 1 de abril del año pasado -menos de tres años después de su puesta en marcha- y se espera que mañana pueda salir de esta situación y recuperar, cuando el juez dicte el correspondiente auto, su administración habitual. Esto sería así si, como se prevé, hoy se produce la firma de la propuesta en el juzgado pontevedrés.
El planteamiento del convenio que tendrán sobre la mesa las entidades bancarias y proveedores a los que Tanemex adeuda un montante cercano a los cinco millones de euros se concreta en dos datos fundamentales: uno, el pago de la deuda con una quita del 50% y dos, en un período que abarcaría los cinco próximos años.
Aunque tuvo que reducir personal y se produjeron atrasos en el pago de las nóminas (antes de la entrada en el proceso concursal), el hotel funciona con normalidad. Parte de su éxito, cuando se gestó, a mediados de la década pasada, se basaba en el servicio de restauración y, en menor medida, de hospedaje de trabajadores y comerciales que operaban en las empresas radicadas en el polígono industrial. Pero la materialización del proyecto, ideado por emigrantes retornados y otros que tenían intención de regresar a su tierra, llegó ya en plena crisis. Torre do Deza se inauguró el 4 de junio del año 2010. La inversión fue de 8,7 millones de euros y el Igape concedió 910.000. Además de una treintena de habitaciones dobles, dispone de 14 apartamentos, tres suites, dos restaurantes, bar-lobby y un salón de eventos para medio millar de personas.
