Un barco invertido acogerá el Centro de Carpintería de Ribeira de O Grove

El casco de una embarcación resiste los embates del mar y la acción corrosiva de la sal, defiende al marinero de sus envites y permite el desarrollo de actividades laborales en su interior, un medio que resulta tan atractivo como de difícil habitabilidad. La estructura de un barco que identifica las Rías Baixas, la dorna, se convertirá en el Centro de Investigación, Desenvolvemento e Divulgación da Carpintería de Ribeira (Cicri) de O Grove.

Esta infraestructura, cuyo proyecto fue presentado hoy en la Casa Consistorial, estará ubicada en la Praza de O Corgo, sobre una superficie de 2.142 metros cuadrados construidos, de los que 1.527 serán útiles y 1.690, cerrados.

La planta baja estará ocupada por un vestíbulo, cuya entrada estará situada frente a la fachada urbana de la localidad, una sala de exposiciones y un salón de actos con capacidad para 400 butacas.

Además de acoger actividades relacionadas con la carpintería de ribeira, la construcción del salón de actos permitirá a O Grove disponer de una dotación con la que no cuenta en la actualidad, y tendrá una doble utilidad, porque el escenario estará situado en una de las cabeceras del edificio, que podrá abrirse, de manera que durante el verano la plaza donde se encuentra se convertirá en un auditorio, permitiendo la celebración de actuaciones y conciertos que podrán ser contemplados por miles de espectadores.

Los baños, un almacén, la conserjería, un área técnica y una cafetería y tienda, que será entregada en concesión, completan la planta baja. Un aula, las oficinas y los aseos ocuparán la primera planta, en la que también están proyectadas dos terrazas con vistas a la ría.

En la iniciativa figura que el edificio será recubierto de madera, aunque antes será necesario resolver los problemas derivados de su mantenimiento, especialmente el provocado por la oscilación de las temperaturas máxima y mínima y la dilatación que provoca.

Bóveda

Una vez en el interior, el visitante tendrá la impresión de encontrarse en el interior de una embarcación invertida, cuya bóveda serán el costillaje y las cuadernas. El autor del proyecto, el arquitecto Pedro Taboada, lo elaboró después de haber estudiado con detenimiento las carpinterías de ribeira ubicadas en varios puntos del litoral gallego.

«Estamos convencidos de que planetamos un edificio singular y único en España dedicado a lacarpintería de ribeira», subrayó el alcalde de O Grove, Miguel Pérez. El regidor expuso su convicción de que el Cicri se convertirá en un centro de referencia en el que confía que se mantenga una actividad constante durante todo el año, relacionada con la carpintería, además de convertirse en un atractivo más para los visitantes.

Otra ventaja relacionada con esta iniciativa estriba en que su construcción permitirá que O Grove cuente con una plaza de referencia en la zona de O Corgo, al borde del mar, expuso Miguel Ángel Pérez.

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