Un incendio en el Baix Empordà obliga a desalojar a más de 400 vecinos

 Un incendio declarado poco después de la una en el Baix Empordà, en Vall-Llobrega, Girona, municipio pegado al macizo de Les Gavarres, ha quemado 307 hectáreas forestales y ha obligado a desalojar a unas 450 personas, aunque una buena parte ha podido regresar ya a sus domicilios.

El incendio, que continúa activo, no ha causado daños personales, según la Generalitat, pero ha generado gran preocupación por la fuerte tramontana y por la sequedad del terreno, que ha provocado columnas de humo que se podían ver esta tarde desde municipios de la costa de Girona.

El conseller de Interior, Ramon Espadaler, ha asegurado que el fuego parece "razonablemente estancado", aunque ha insistido en que no está "controlado".

En cuanto al origen del fuego, la hipótesis "principal" es que pudiera haberse iniciado debido a una quema de rastrojos hecha el viernes y que habría quedado encendida hasta hoy.

Aunque inicialmente el conseller había estimado el perímetro afectado en unas 400 hectáreas, finalmente ha corregido la cifra final hasta las 307 hectáreas, atendiendo a las últimas informaciones de los forestales.

Los vecinos evacuados, 400 según Protección Civil y 450, según los Mossos, son de los municipios de Vall-Llobrega, Calonge y Palamós, principalmente de urbanizaciones y masías, la mayoría residencias habituales.

A última hora de la tarde se ha permitido regresar a casa a los habitantes de tres urbanizaciones de Calonge y se estudiaba también permitir regresar a sus casas a los vecinos de la urbanización de Mas Falquet de Vall-Llobrega.

Para acoger a los afectados se ha habilitado un pabellón deportivo en Palamós (Girona) aunque todavía no hay nadie alojado allí.

El conseller ha precisado que los responsables del operativo han tenido un "susto" esta tarde, al encontrar un vehículo quemado en la zona de Calonge, si bien luego se ha comprobado que su propietario, que no había atendido las recomendaciones de las autoridades de no acceder a la zona, ha podido salir huyendo.

Desde primera hora de la tarde se ha desplegado un importante dispositivo, con medios aéreos y terrestres, para combatir el incendio, aunque el ataque del fuego desde el aire ha tenido que interrumpirse al anochecer.

Dos helicópteros bombarderos y dos avionetas de vigilancia y ataque de la Generalitat, y dos hidroaviones del Ministerio de Agricultura han trabajado en la extinción de las llamas, mientras que en tierra se han movilizado 62 camiones de bomberos.

La delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, ha puesto la Unidad Militar de Emergencia (UME) a disposición de la Generalitat para colaborar en las tareas de extinción del incendio en el Baix Empordà, aunque la Generalitat, que ha agradecido la colaboración, no la cree necesaria por el momento.

El fuego ha obligado a cortar pasadas las 15 horas la C-31 en ambos sentidos a la altura de Palamós (Girona), si bien se ha reabierto al tráfico a las 17:50 horas.

El conseller ha destacado que la zona tenía una humedad muy baja (del 15 %) y que ha llegado a tener una temperatura de 27 grados, lo que ha generado una gran sequedad.

La tramontana ha llegado a superar los 30 kilómetros por hora, si bien el viento ha amainado a medida que avanzaba la tarde y se espera que mañana sople con menos fuerza, lo que hace albergar esperanzas de poder controlar mañana el fuego desde el aire.

El alcalde de Vall-Llobrega, Rufino Guirado, ha asegurado que el fuego podría haberse iniciado en una casa de turismo rural en la que el viernes se quemaron rastrojos, y que pudo haber quedado un rescoldo, hipótesis que luego ha corroborado el conseller.

Espadaler ha lamentado que se haya producido un incendio "importante" en pleno mes de marzo, y ha hecho un llamamiento a la prudencia para evitar otros incendios, al tiempo que ha recordado que este fin de semana ha entrado en vigor la prohibición de quema de rastrojos.

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