''Un joven que acosa a estas edades es un maltratador en potencia''

Nuria Pereira (Foto: J. Casal)
photo_camera Nuria Pereira (Foto: J. Casal)

Entrevista a Nuria Pereira, directora del Instituto Europeo Campus Stellae y experta en 'bullying'

Internet se ha convertido en los últimos años en escenario habitual de actos contra la intimidad. Uno de los últimos casos registrados en Galicia tuvo lugar recientemente en Sanxenxo. Pereira afirma que estas prácticas son más habituales de lo que parece

Mientras la Fiscalía de Menores de Pontevedra estudia qué medidas tomar contra el menor sanxenxino detenido por colgar en Tuenti una foto de un compañero desnudo, Pereira analiza de la situación actual. La responsable de 'Campus Stellae' no culpa a las redes sociales, sino a una sociedad "carente de valores".

¿Hasta qué punto son habituales casos como el de Sanxenxo?

Este tipo de situaciones vienen produciéndose desde hace años. El primer caso que nos consta en Galicia es de 2008. Desafortunadamente, la distribución de fotografías sin permiso a través de Internet es habitual. Puede que sea necesario fomentar la educación entre padres y estudiantes sobre este tema. Nos consta que los centros educativos y las Anpas están muy sensibilizadas con este problema. Hay que hacer hincapié en que estamos hablando de un delito grave. Si se cuelga una foto en la red, su distribución será muy rápida y dificulta mucho borrar la huella.

¿Cree que se producirían menos infracciones si hubiese un mayor control en lo que al acceso a las redes sociales se refiere?

No, porque el acoso puede cometerse sin necesidad de utilizar las nuevas tecnologías. El bullying puede producirse en un pasillo. Se trata de un problema de exceso de agresividad y violencia. Un joven que ejerce acoso a estas edades puede acabar por convertirse en un maltratador en potencia.

¿Entonces no echa en falta la existencia de más filtros para limitar la utilización indebida de las nuevas tecnologías?

Es evidente que cuantos más filtros haya, mejor, pero también debemos ser conscientes de que el mundo de Internet es tan amplio que, si se cierra una puerta, es relativamente sencillo abrir otra diferente. Lo que hay que hacer es mentalizar a los jóvenes de la importancia de mostrar respeto a todos los demás. Existe un derecho a la intimidad y a la propia imagen que no puede ser violado.

Cuando un joven comete un delito como éste, ¿es realmente consciente del daño que está provocando?

A ciertas edades cada uno debe ser responsable de sus actos. Pero estamos creando una sociedad demasiado permisiva. Lo vemos todos los días en la televisión, donde los maltratos, las injurias y las calumnias están a la orden del día. Si un niño ve eso como algo normal, al final lo que hacen es reproducir un modelo al que tienen acceso. No es un contexto nada apropiado y todos somos cómplices. Debe existir una crítica social.

¿Cuáles son las fórmulas más eficaces para evitar este tipo de situaciones?

Es una cuestión generacional. Todo pasa por el diálogo y la comunicación, que cada vez se están perdiendo más. Si en nuestras propias casas somos incapaces de evitar esta ausencia de valores, luego resultará mucho más difícil exigirle a un niño que actúe de forma correcta. El entorno, a veces, parece una selva.

El papel de los padres es decisivo.

Por supuesto. Si decides traer a un ser humano al mundo, tienes que convertirte en un modelo a seguir para él. El respeto es clave. Si no existe, nada tiene sentido. Es un hecho que, por desgracia, cada vez se le dedica menos tiempo a la vida familiar y eso afecta al desarrollo personal de los niños. La atención no es de calidad. Si a eso se le suma que nuestra sociedad cada vez carece de más valores, al final estamos hablando de un entorno en el que los referentes para los pequeños son muy negativos.

¿Cuál es el perfil de un acosador en el ámbito escolar?

Hay dos tipos diferentes, aplicables también a los maltratadores. Hay uno que tiene una apariencia admirable, muy respetado, que tiene una gran capacidad para mostrar una doble cara. A los otros se les ve venir. Son los típicos violentos que no esconden su agresividad. De estos últimos es más sencillo defenderse, por así decirlo. En todo caso, lo importante es el apoyo que reciben. Los delitos son de grupo. Un acosador por sí mismo, sin el apoyo de un colectivo, jamás cometería bullying.

A la hora de detectar un caso de 'ciberacoso', ¿es más habitual que el afectado lo haga público o suele descubrirse a través de terceros?

Lo normal es que la víctima no denuncie. Calla, tiene miedo, está amenazado... La denuncia realizada a través de terceros suele ser lo habitual. También hay situaciones en las que se hacen muy evidentes los síntomas del acoso. Maltratos como el que se ha dado en Sanxenxo son de carácter psicológico y no siempre es fácil de percibir, porque las secuelas no vienen provocadas por una agresión física. La ventaja del 'ciberacoso' es que el infractor siempre deja un rastro, por lo que es más fácil seguir la pista y localizarlo. Es muy difícil que quede impune.

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