Un juez investiga el despliegue de la Policía en la sede de la CUP

Admite a trámite la denuncia de los anticapitalistas por delitos contra la inviolabilidad domiciliaria
Nuria Gibert, portavoz del secretariado nacional de CUP dio la rueda de prensa en la calle
photo_camera Nuria Gibert, portavoz del secretariado nacional de CUP dio la rueda de prensa en la calle

El juez de Barcelona ha abierto diligencias para investigar el despliegue de la Policía Nacional del pasado 20 de septiembre ante la sede de la CUP en Barcelona y ha requerido a ese cuerpo policial que le remita un informe con los detalles sobre su actuación.

En un auto al que ha tenido acceso Efe, la titular del juzgado número 9 de Barcelona ha admitido a trámite la denuncia que la CUP presentó contra la Policía Nacional, a la que acusó de delitos contra la inviolabilidad domiciliaria y otras garantías de la intimidad cometidos por funcionario público, así como de coacciones graves.

La denuncia fue motivada por el despliegue de más de un centenar de agentes de la Policía Nacional el pasado 20 de septiembre ante la sede de la CUP, donde permanecieron durante cerca de seis horas mientras centenares de manifestantes se concentraban para impedir la entrada de los agentes en el local del partido político.

En esa actuación, que coincidió con la jornada de detenciones y registros ordenados por un juez de Barcelona que investiga los preparativos del referéndum, la Policía Nacional acabó retirándose de las puertas de la sede de la CUP sin entrar en el local, tras limitarse a requisar material de propaganda relativa al 1-O a varios militantes que lo estaban cargando en un vehículo.

La juez de Barcelona considera en su auto que los hechos relatados por la CUP en su denuncia podrían ser "constitutivos de infracción penal", por lo que ha enviado un oficio a la Dirección General de la Policía para que le remita un informe "sobre su actuación" en la sede del partido el 20 de septiembre pasado.

En la denuncia presentada por la CUP, el partido acusa a la Policía Nacional de llevar a cabo una actuación más propia de una organización mafiosa que de un organismo público", por haber acudido a su sede sin orden judicial.

La CUP mantiene en su denuncia que los agentes se incautaron del material electoral, sin entregar a los militantes ningún acta, y que los policías tenían la intención de acceder al interior de la sede del partido, aunque desistieron de hacerlo porque se les exigió que la mostraran.

Mientras los agentes aguardaban durante casi seis horas frente a la sede de la CUP, numerosos militantes se acercaron al lugar para mostrar su apoyo a la formación anticapitalista, lo que propició que también se desplazaran varios efectivos antidisturbios de los Mossos d'Esquadra.

Según añade la CUP en su denuncia, la intervención policial supuso un "ataque a la libertad política" por cuanto los agentes intentaron acceder a un local de una organización política.

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