Un paseo por los orígenes a través de Monte Lobeira y Adro Vello

La antigua fortaleza se encontraba enclavada sobre las rocas. f.s.
photo_camera La antigua fortaleza se encontraba enclavada sobre las rocas. f.s.

VILANOVA/O GROVE. Promover el conocimiento del patrimonio histórico y arqueológico es el objetivo de dos ambiciosas iniciativas destinadas a la realización de un trabajo de investigación, acondicionamiento y señalización, que será realizado en Monte Lobeira (Vilanova) y Adro Vello (O Grove). En ambas juega un papel decisivo la Deputación, institución que contará con la colaboración de los concellos y la Mancomunidade do Salnés.

La última palabra sobre la actuación arqueológica en Monte Lobeira la tendrán los vecinos de András. La comunidad de montes de la parroquia vilanovesa celebrará una asamblea del día 14, y su secretario, José Luis Tourís, no dudó en adelantar que la mayor parte de los 150 socios apoyarán el convenio que la hará posible.

Los comuneros cederán los terrenos y permitirá el acceso a los mismos para la ejecución de los trabajos de excavación, previos a la señalización de los vestigios, mientras que la Mancomunidade do Salnés será la encargada de su mantenimiento. El proyecto se desarrollará en un plazo de cinco años y la inversión inicial asciende a 21.000 euros.

Sacar a la luz los restos de la antigua fortaleza que todavía permanece en lo alto de Monte Lobeira es el objetivo central de esta intervención. En un primer momento, la actuación se limitará a una serie de estudios topográficos con la finalidad de hacer una composición de lugar del entorno. Una vez que se conozcan estos estudios será cuando se comience la intervención arqueológica propiamente dicha.

Esta actuación será mucho más profunda que las que fueron acometidas hasta el momento en Monte Lobeira. La última de ellas fue impulsada por los comuneros en el año 2008 y permitió sacar a la luz parte de la muralla y un gran aljibe que se utilizaba para el almacenamiento de agua con destino a los defensores del castillo. Aquella actuación acabó interrumpiéndose por la ausencia de financiación.

El castillo fue construido en el siglo XI y el entorno donde se encuentra fue antes un castro, denominado Castrum Lupeirae. La construcción perteneció hasta el XIV al Arzobispado de Santiago y fue usada para vigilar el paso desde la costa al interior y escenario de luchas entre Raimundo de Borgoña y doña Urraca, que lo perdieron a manos de Arias Pérez.

El abandono

En las revueltas del siglo XV, los Irmandiños intentaron derribarlo y prenderle fuego. En el siglo XVII pasó a manos de los Mariño de Lobeira, que lo abandonaron.

Desde el patio de armas, que hoy es el aparcamiento, se asciende por una escalera a la puerta principal al castillo. Dentro de las murallas se podían divisar varias habitaciones y unas caballerizas.

En la parte posterior de las murallas se sitúa el aljibe. La torre del homenaje contaba con tres pisos. En los trabajos arqueológicos realizados fueron hallados monedas de la época de la segunda revuelta Irmandiña, un proyectil de piedra y abundantes restos cerámicos.

La fortaleza no es el único vestigio de la antigüedad que queda en Lobeira. El monte acumula una importante historia arqueológica, como dos mámoas y un círculo lítico, además de varios depósitos de la Edad de Bronce.

En O Grove, un equipo formado por diez operarios y un arqueólogo iniciará mañana los trabajos de limpieza del castro de Adro Vello, una vez obtenidos los permisos de Costas del Estado.

Las labores consistirán en la eliminación de la vegetación para dejar al descubierto los restos ocultos, el acondicionamiento del entorno y su señalización.

En una segunda etapa se realizarán nuevas excavaciones y la rehabilitación integral de Adro Vello. Esta intervención será financiada con cargo al 1% que destina el Ministerio de Fomento a intervenciones culturales y figura en un proyecto en el que se incluyen otras iniciativas arqueológicas.

Las actuaciones proyectadas para la segunda fase implicarán el cambio de trazado de una carretera, para lo que será necesario realizar varias expropiaciones.

Salazón

La necesidad de conservar el pescado fue el origen de la factoría de Adro Vello, cuyos vestigios se remontan a la épica romana. Otro valor añadido del conjunto lo constituye un cementerio, porque permitió conocer aspectos de a sus antiguos habitantes, como su modo de vida, fisonomía o sus enfermedades.

Adro Vello se encuentra cerca de A Lanzada, el mirador de Siradella y A Toxa, y tuvo una gran relevancia en las diferentes etapas históricas, por haber sido factoría de salazón, un enclave romano, el lugar elegido para la construcción de una iglesia visigótica, necrópolis medieval o torre defensiva.

Nuevos recursos para potenciar el turismo accesible

Las intervenciones arqueológicas que serán ejecutadas en Vilanova y O Grove figuran en un amplio proyecto, promovido por la Deputación, cuya finalidad es dotar de nuevos recursos turísticos a la comarca de O Salnés que además de sacar a la luz el pasado sirvan para promover el turismo accesible.

Este objetivo es el argumento central en el que fundamenta la institución provincial la construcción de la red de pousadas rurales, ubicadas en O Grove, Ribadumia, Meaño y Meis, cuya explotación sacó a concurso lasemana pasada.

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